El recorrido de una década de Linus Sebastian hacia el estrellato en YouTube comenzó, en esencia, con un reto que le puso su exjefe. Trabajaba para una tienda de computadoras que le pidió que hiciera videos para aumentar las ventas.
Linus Sebastian es el rostro de un miniimperio en YouTube. Su compañía, además se asemeja a una versión a menor escala de Gap, ya que emplea a un diseñador de moda, expertos en logística, diseñadores gráficos y “técnicos de ajustes de costura” para vender productos a sus fanáticos.
Sebastian está entre las celebridades en línea que han descubierto que, gracias a su fama, poner su nombre o su rostro en productos cada vez se vuelve más lucrativo.
Las ventas de mercancía temática como sudaderas con capucha y controles para videojuegos de peluche generaron alrededor del 32 por ciento de los ingresos de Linus Media Group, propiedad de Sebastian, en 2021, un aumento en comparación con el 3 por ciento que representaron hace cinco años, indicó el youtubero.
Sebastian dijo que “la ropa es con lo que las personas realmente exitosas como las Kardashian del mundo” obtienen sus ingresos. (Esto no es completamente cierto, pero se entiende la idea).
La publicidad, el método convencional para que las personas produzcan dinero a partir de la atención en línea, representa un poco más de la mitad de los ingresos de Linus Media Group. La mayoría de los videos de la compañía sobre computadoras, videojuegos y otros productos tecnológicos contienen menciones de patrocinadores, y la compañía de Sebastian obtiene una parte de sus ingresos por anuncios y suscripciones que vende YouTube.
No obstante, la venta de productos es la fuente de ingresos que está creciendo más rápido y requiere conocimientos que no tienen relación con lo que Sebastian ha hecho anteriormente. “No puedes solo pegar tu etiqueta en una camiseta y esperar que las personas la compren”, comentó.
On Tech ha estado escribiendo una serie de boletines sobre la economía de los creadores de contenido en internet o personas como Sebastian, que son tan buenos para hacer videos en línea y otros materiales que convierten esas actividades en su manera de ganarse la vida.
Sebastian nos permite echar una mirada a las habilidades necesarias para construir una compañía de medios en el siglo XXI. Él es un director ejecutivo que se siente igual de cómodo cuando usa herramientas eléctricas para abrir decodificadores de televisión por cable viejos para sus catorce millones de suscriptores que al conversar conmigo sobre métricas financieras detalladas.
El recorrido de una década de Sebastian hacia el estrellato en YouTube comenzó, en esencia, con un reto que le puso su exjefe. Sebastian trabajaba para una tienda de computadoras que le pidió que hiciera videos para aumentar las ventas. Es fácil ver por qué se volvieron populares. Sebastian irradia diversión en sus videos aun para alguien como yo, que nunca haría un control de videojuegos de oro macizo.
Sebastian dijo que un día tuvo una discusión sobre la estrategia con un directivo, quien le dijo que o se alineaba o mejor buscara otro lugar para hacer sus videos. Sebastian eligió la segunda opción: creó su propio canal de YouTube en 2013 y fundó un negocio con su esposa tan solo meses después de que tuvieron a su primer hijo.
En la actualidad, Linus Media Group tiene alrededor de 65 empleados y media docena de canales de YouTube que tienen una cantidad de espectadores mensuales que podría competir con la del Supertazón. Los miembros del personal redactan los guiones, producen los videos y llegan a acuerdos con patrocinadores. También crearon un sitio de emisión en continuo de videos para tener una entrada de dinero independiente de YouTube.
Alrededor de once personas trabajan solo en la mercancía. Los empleados hacen pedidos a fábricas de botellas para agua y ropa interior sin ningún grabado y contratan a una compañía de impresión en el área de Vancouver, Columbia Británica, en Canadá, para que las personalice. Otros se especializan en diseño de ropa, servicio al cliente o en la distribución de productos por todo el mundo. Vender productos es, por supuesto, más costoso que vender anuncios.
No siempre es divertido crear entretenimiento para los gustos volubles de millones de suscriptores.
“¿Crees que tu trabajo es estresante?”, preguntó Sebastian. “Yo tengo diez millones de jefes”. (En realidad, catorce millones).
Sebastian mencionó que, aunque es una estrella de YouTube desde hace años, todavía despierta a veces a la mitad de la noche emocionado por una idea loca que quiere probar.