Mientras Rusia continúa su invasión de Ucrania, Bielorrusia parece correr el riesgo de perder gradualmente su soberanía a favor de su poderoso vecino, por el debilitamiento del presidente Alexander Lukashenko frente a su par ruso Vladimir Putin.
El líder bielorruso autorizó la presencia sobre su territorio de tropas rusas algunas semanas antes de que invadieran a Ucrania.
Unos 30.000 militares de Moscú, que participaban oficialmente en las maniobras, se encontraban así a 200 kilómetros de la capital ucraniana, Kiev.
Lukashenko, que ha gobernado el país con mano de hierro durante casi 30 años, también decidió celebrar un referéndum constitucional el domingo.
La oposición lo tachó de ilegítimo y cree que es un intento para prolongar su permanencia en el poder.
Especialmente problemáticas para la soberanía nacional son las enmiendas a la Ley Básica propuestas por el régimen. Estas incluyen un cambio en el estatus de neutralidad postsoviético de Bielorrusia, que permitiría al país albergar permanentemente armas y fuerzas nucleares rusas.
La iniciativa se produce en un clima político tenso en el país. Durante las elecciones de agosto de 2020, que permitieron a Lukashenko permanecer en su cargo, la oposición denunció fraudes masivos. Bielorrusia también vivió semanas de grandes protestas.
Más de 1.000 personas siguen detenidas, según la oposición y Svetlana Tijanóvskaya, que, según Occidente, ganó las elecciones, vive en el exilio.
Sin embargo, en el punto álgido de la agitación postelectoral, el Kremlin optó por apoyar a Lukashenko, volviéndolo “dependiente” de Vladimir Putin para mantenerse en el poder, observa Olga Dryndova, del Centro de Investigación de Estudios de Europa del Este de la Universidad de Bremen (Alemania).
La anexión de Bielorrusia no es la opción privilegiada por Moscú porque “provocaría el descontento y la resistencia de la población”, explica.
Pero con tanques rusos en el país, si Lukashenko sigue siendo “la cara del régimen, el verdadero poder está en otra parte”, continúa Dryndova.
– ‘Vasallo’ de Rusia –
Los bielorrusos “se merecen algo mejor” que transformarse en “vasallos” de Rusia, dijo el viernes el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, tras un encuentro con la líder opositora Tijanóvskaya en París.
“La complicidad del régimen de Alexander Lukashenko en la invasión rusa de Ucrania, en total desprecio del derecho internacional y de los acuerdos firmados, marca un nuevo y gravísimo paso en el proceso de sometimiento de Lukashenko a Rusia”, lamentó.
En una entrevista con la AFP esta semana, Tijanóvskaya estimó que Lukashenko estaba dispuesto a sacrificar la soberanía del país porque estaba “agradecido” por el apoyo del Kremlin en los comicios de 2020.
“Queremos ser amigos de nuestros vecinos, pero no queremos ser el apéndice de otro país”, dijo también.
Lukashenko, acusado en su día por Estados Unidos de dirigir la última dictadura de Europa, suele aparecer a menudo de uniforme y salpicar sus comentarios con expresiones a veces vulgares.
Mientras las tensiones aumentaban antes de la invasión rusa, dijo: “Si es necesario, los que tenemos galones en nuestros uniformes seremos los primeros en defender la patria”.
Pero el llamado oculta una gran debilidad: la presencia de las tropas rusas que representan una amenaza para su propio poder.
“También puede pensar que un día, cuando el Kremlin ya no lo necesitará, podrá librarse de él”, comentó Tijanóvskaya en la AFP.
Según Dryndova, es probable que las autoridades bielorrusas no imaginaron que los soldados rusos se quedarían tanto tiempo y usarían el país para invadir Ucrania.
“No tengo la impresión que Lukashenko era favorable a esta opción. Pero ya no es lo suficientemente fuerte para decir que no a Putin”, declaró.