A la iglesia de los Santos Andrés y Demetrio, se acercaron ucranianos, moldavos, rumanos, griegos, búlgaros y algún ruso, con cestas cargadas de los alimentos que “da la tierra” como pan, cereales, verduras, huevos, etc., para ser bendecidas por el obispo.
La comunidad ucraniana en Madrid celebró anoche la Pascua ortodoxa, este año de una manera “especial” porque no pueden olvidar la guerra que está asolando a su país, en el que muchos de ellos tienen a sus familiares y amigos, por lo que las plegarias irán dirigidas a pedir que acabe el conflicto armado.
Lo han señalado a Efe Yuri y Alexander, cuñados que llevan veinte años viviendo en España y que esta noche van a “celebrar”, aunque “no haya nada que celebrar”, la muerte y resurrección de Jesucristo en la Parroquia de los Santos Andrés y Demetrio, una catedral ortodoxa “abierta” a todo el mundo, según ha asegurado su obispo.
Hasta esta iglesia se acercaron este sábado no solo ucranianos, sino también moldavos, rumanos, griegos, búlgaros y algún ruso, con sus cestas cargadas de los alimentos que “da la tierra” como pan, cereales, verduras, huevos, etc., para que sean bendecidas por el obispo.
Yuri ha reconocido que la guerra hace que todo se viva de forma diferente y ha asegurado que “estamos mentalmente con Ucrania, con nuestros hermanos y hermanas”.
“Como mañana es un gran día venimos aquí para celebrar, aunque en estas fechas no se celebra mucho porque hay guerra en nuestra tierra, pero sí para mantener la tradición”, ha indicado Alexander.
Este ucraniano tiene a sus padres en Ucrania y hasta hace un mes también estaban allí su mujer y sus hijas, nacidas en España, pero regresaron hace un mes huyendo de la guerra.
“Hay que pedir a Dios que esto acabe lo antes posible”, ha dicho Alexander.
A la misa, oficiada por el obispo, sigue una procesión que bordea la iglesia y la bendición de las cestas, unos actos que normalmente se celebran a partir de la medianoche, pero que se han adelantado unas horas debido a la pandemia y la guerra.