Brasil y Guyana fijaron bases este viernes para ampliar la cooperación energética, durante una visita del presidente Jair Bolsonaro a Georgetown, en la que se firmaron acuerdos en áreas como infraestructura y justicia.
“En la cuestión de petróleo y gas, tenemos a una gigante brasileña llamada Petrobras para la cual la cooperación con Guyana se vuelve cada vez más una realidad. Alentamos a eso”, dijo Bolsonaro tras un encuentro con su par guyanés, Irfaan Ali.
Guayana ha emergido como uno de los principales países en producción de petróleo de bajo costo y se prepara para subastar bloques petrolíferos costa afuera a finales de año, en los que la estadounidense ExxonMobil debe tener un papel protagónico.
ExxonMobil anunció en abril tres nuevos descubrimientos de yacimientos, que elevaron el estimado de reservas a 11.000 millones de barriles de petróleo equivalente desde que comenzaron las exploraciones en 2015.
“Guyana tiene un gran futuro hacia adelante, en especial por su potencial de oil (petróleo) y gas”, insistió Bolsonaro.
Los hallazgos petroleros avivaron la pugna fronteriza entre Guyana y Venezuela, que reclama actividades de exploración en aguas en disputa entre ambos países.
Ali destacó, por su parte, un proyecto para crear un corredor energético entre ambos países junto a Surinam.
“Hemos discutido el trabajo conjunto en una estrategia de gas natural y cómo eso puede integrarse en el desarrollo de Brasil y cómo podemos coordinar y cooperar en esta área”, señaló el presidente guyanés.
Ambos acordaron que Brasil proporcionará equipos y programas informáticos para ayudar en la recopilación de información para seguridad nacional y defensa, así como proyectos para la construcción de un puerto de aguas profundas, conexiones por carretera y ferrocarril, el desarrollo de energía hidroeléctrica, conectividad de fibra óptica, y también proyectos agrícolas.
Suscribieron igualmente acuerdos de cooperación legal en asuntos civiles y penales, del que no se precisaron mayores detalles.
Un viaje de Bolsonaro a Guyana fue cancelado en el último minuto en enero, luego de que el mandatario brasileño, en una primera parada en Paramaribo, tuviera que cancelar su gira por la zona por la muerte de su madre.