El gigante tecnológico Microsoft anunció el miércoles que decidió flexibilizar sus requisitos de licencia con empresas que utilizan la nube, en una tentativa de eludir nuevos choques con reguladores después de crecientes quejas por prácticas monopólicas.
El titán de la tecnología busca de esa forma evitar una repetición de sus épicas batallas contra las autoridades antimonopolio de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
En el centro de la controversia se sitúa una decisión de 2019 que encareció el acceso a Office 365, de Microsoft, para empresas que actúan mediante centros de datos operados por firmas rivales, como Amazon o Alibaba.
Las empresas europeas en la nube se quejaron ante la Comisión Europea, el regulador antimonopolio de la UE, y acusaron a Microsoft de limitar las opciones de los clientes.
Esas firmas también alegaron la experiencia del usuario empeoró y que existen incompatibilidades con otros productos de Microsoft cuando no se ejecutan en Azure, el sistema de gestión de datos propio de la empresa.
“Solo estamos cambiando los términos de la licencia para que (…) los proveedores de la nube con sede en Europa puedan ejecutar el software de Microsoft prácticamente de la misma manera que lo hace Microsoft”, dijo a periodistas en Bruselas el presidente de la compañía, Brad Smith.
El ejecutivo insistió en que los cambios eran un “primer paso” y admitió que “probablemente tengamos que hacer algunas cosas más”.
Microsoft acumuló en años recientes multas por unos 1.600 millones de euros ante las instituciones europeas por prácticas anticompetitivas relacionadas con su navegador Internet Explorer, el sistema operativo Windows y las normas de licencia de software.