La protesta se produce cuatro días después de la segunda fase de reapertura de los pasos entre Marruecos y las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, en el norte de África, que llevaban dos años cerrados por pandemia y crisis diplomática entre ambos países.
Centenares de mujeres marroquíes que trabajaban en Melilla antes del cierre de fronteras en 2020, se manifestaron hoy en la localidad marroquí fronteriza de Nador al grito de “¡No al visado!” para pedir que, tras su reapertura, se vuelva a la situación de antes de la pandemia y que puedan acceder a la ciudad española sin necesidad de visa.
La protesta fue organizada por el sindicato Unión Marroquí del Trabajo (UMT), que representa a estos trabajadores transfronterizos, la mayoría mujeres, y se desarrolló este viernes frente al consulado de España en Nador. En ella participaron 600 personas, según los organizadores, y unas 200 de acuerdo a una fuente de las autoridades locales consultadas por Efe.
Portando carteles de “No al visado”, las mujeres corearon eslóganes como “Somos trabajadores legales, pero violan nuestros derechos” y “Melilla está aquí… ¿Dónde están los derechos?”.
Atika Jatta, representante de estos trabajadores en la UMT, indicó a Efe que la protesta se desarrolló de forma pacífica.
“Hemos mostrado nuestro rechazo al visado impuesto por las autoridades españolas para los transfronterizos como condición para entrar a Melilla, pese a los muchos años en los que han disfrutado del derecho de entrar en la ciudad sin visado”, dijo en referencia a la exención de visa que se aplicaba a los habitantes de Nador.
Jatta avisó que las protestas continuarán hasta conseguir su reivindicación o, al menos, que se les pague una compensación por despido y se les indemnice por todos los años cotizados a la Seguridad Social en España. Para conseguirlo, añadió, estos trabajadores están “dispuestos a recurrir a la Justicia internacional”.
Estas mujeres realizaban, sobre todo, labores de empleadas del hogar para españoles en Melilla antes del cierre fronterizo. Ahora, sólo podrán volver a trabajar allí si consiguen un contrato de trabajo en la ciudad española.
La protesta se produce cuatro días después de la segunda fase de la reapertura de los pasos entre Marruecos y las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, en el norte de África, que llevaban dos años cerrados por la pandemia y la crisis diplomática entre ambos países.
Las fronteras abrieron en una primera fase el pasado 17 de mayo sólo para residentes en la UE y personas con visado europeo. A esa categoría se añade hoy la de los trabajadores marroquíes, conocidos como transfronterizos, que sigan teniendo un contrato en vigor en las ciudades españolas.
Se trata, según cálculos de las delegaciones del Gobierno en Ceuta y Melilla, de 230 personas (80 de Melilla) de las 4.252 que en marzo de 2020, cuando se cerraron por la pandemia, tenían un contrato laboral en regla.
Antes de la clausura, aparte de estos 4.252 trabajadores legales, miles de personas de las provincia de Tetuán, contigua a Ceuta, y Nador, cercana a Melilla, pasaban también cada día a las localidades españolas para trabajar de forma irregular gracias a la exención de visado que se aplicaba a esas dos regiones marroquíes y que por ahora no está vigente.