La avena es un alimento que se puede servir con frutas o sin ellas y es rico en vitaminas y minerales, grasas insaturadas, hidratos de carbono y fibras, proteínas, aminoácidos esenciales y rica en antioxidantes.
Mucho se ha escrito sobre la avena en el devenir de la historia de la humanidad. Al principio era un cultivo de segunda sin importancia y que servía de alimento para los animales en las granjas. Tiene su origen en Asia Central, aunque su historia es más bien desconocida. Se dice que no llegó a tener importancia en épocas tan tempranas como el trigo o la cebada, ya que antes de ser cultivada la avena fue una mala hierba de estos cereales. Los primeros restos arqueológicos se hallaron en Egipto, y se supone que eran semillas malas.
En 1877, se fundó la empresa Quaker, en Ohio, Estados Unidos, que se ha inspirado en los beneficios de la avena para producir alimentos saludables, deliciosos y variados para el desayuno. Desde entonces, continúa trabajando para ofrecer sus distintas variedades de cereales y de las mejores recetas cocidas a base de copos de avena.
La avena es quizás uno de los productos más baratos y nutritivos que pueden consumir los seres humanos en cualquier época y a cualquier edad, sobre todo ahora que los alimentos han subido de precios debido al costo de los combustibles en el mundo.
Es un alimento que se puede servir con frutas o sin ellas y es rico en vitaminas y minerales, grasas insaturadas, hidratos de carbono y fibras, proteínas, aminoácidos esenciales y rica en antioxidantes. Además, ayuda a controlar el peso y regular los niveles de azúcar.
El incremento de alimentos sanos y bebidas libres de compuestos que puedan causar enfermedades y malestares, irá cambiando de acuerdo con las tendencias económicas, políticas y sociales de las poblaciones. En ese sentido, el consumo de avena es imprescindible en los países como Panamá, donde es casi despreciada por la población que prefiere las frituras grasientas y los panes ricos en almidones.
Este cereal, de la familia de las gramíneas, era muy recomendada en la antigüedad para aliviar parte de los síntomas del sistema nervioso central. Fue y sigue siendo la base de alimentación de muchos pueblos como los irlandeses, los escoceses y los hunos, muy conocidos por la fuerza física de sus habitantes.
Se consume tanto el cereal completo (copos de avena), como el salvado (fibra soluble) y también se emplean la paja y las semillas con fines terapéuticos.
En Panamá se encuentran muchos tipos de productos de avena listos para consumir en los supermercados y abarroterías. Se puede cocinar como papilla (porridge), especial para el desayuno, o consumir como bebidas. También se presentan en salvado e integral para los diabéticos. Muchos restaurantes preparan las papillas y les agregan azúcar, lo que no es una buena opción para las personas que son diabéticas o no consumen este producto.
Consumir avena es la mejor opción que pueden tener los panameños, sobre todo los que buscan alimentos saludables. Eso sí, se puede usar “Stevia”, un endulzante “inocuo para la población en general, embarazadas, niños y diabéticos que, además, es rico en hierro, magnesio y cobalto y, a diferencia de otros edulcorantes artificiales, no deja regusto metálico tras su consumo, según Joanna Guillén Valera (Estos son los sustitutos más saludables del azúcar). También puede emplearse leche descremada o baja en grasa para los diabéticos. Es y seguirá siendo un buen alimento para reponer las energías.