La gente del interior del país disfruta obsequiándole cajas de aguacates a sus visitantes, incluso las envían a través de los transportes colectivos y/o de encomiendas que diariamente ofrecen el servicio a través del país.
El aguacate es un fruto aliado de la buena alimentación. Entre otros nutrientes, este producto tiene vitamina E, es antioxidante (combate la vejez), le proporciona brillo al cabello, mantiene saludable la piel, aporta energía, es fuente de aminoácidos, su sabor es agradable y es el rey de muchas recetas.
Panamá es un país afortunado porque aquí abunda el aguacate, por lo tanto, se produce en grandes cantidades y con un mínimo de cuidados si se trata del cultivo en un huerto familiar o en otros terrenos que se utilizan para diversos menesteres agropecuarios.
Hacemos referencia a lo agropecuario, en vista que en los potreros en donde pace el ganado vacuno, incluso el caballar, allí nacen, crecen y producen los árboles de aguacate, sin mayores atenciones.
Es importante destacar que aquí existen las grandes plantaciones de este producto, especialmente dedicadas a producir para la exportación, por lo que en esos casos se contemplan métodos diferentes para obtener calidad y cantidad, como, por ejemplo, la utilización de abono, el estudio del suelo, la protección contra plagas, entre otros, para lograr una cosecha óptima y de acuerdo a los requerimientos de los mercados internacionales.
En esta ocasión no nos referiremos a los aguacates para la exportación, sino a aquellos que nacieron y se reproducen en los patios de las viviendas, en los huertos familiares, en las orillas de los ríos u otros tipos de manantiales y hasta cerca del mar.
En nuestro país, en los últimos meses ha habido una buena cosecha de las diferentes variedades que han llegado a nuestra tierra, ya que el aguacate es originario de México.
Se observan, con su atractivo singular, en los mercados, supermercados, puestos de ventas de frutas y legumbres, haciéndole guiños a los compradores para que se los lleven a sus mesas y los degusten con alegría y hasta la saciedad.
La gente del interior del país disfruta obsequiándole cajas de aguacates a sus visitantes, incluso las envían a través de los transportes colectivos y/o de encomiendas que diariamente ofrecen el servicio a través del país.
El aguacate se ha ganado un sitio privilegiado, como excelente acompañante, en los diferentes menús que se sirven en las mesas en desayunos, almuerzos, meriendas y cenas.