Los chilenos acudirán a las urnas en dos meses para aprobar o rechazar la propuesta constitucional que una convención con paridad de género e integrada por 154 ciudadanos en su mayoría independientes progresistas redactó durante un año.
El expresidente Ricardo Lagos (2000-2006) dijo este martes que “Chile merece una constitución que suscite consenso” y aseguró que ni la propuesta que se plebiscitará el 4 de septiembre ni la actual carta magna “están en condiciones de lograrlo”.
“El proceso constituyente en el que hoy estamos embarcados no terminará el 5 de septiembre, al día siguiente de que sepamos el resultado del plebiscito de salida, porque las dos alternativas en juego están lejos de convocar a la gran mayoría ciudadana”, indicó el exmandatario socialdemócrata en una carta publicada en sus redes.
Los chilenos acudirán a las urnas en dos meses para aprobar o rechazar la propuesta constitucional que una convención con paridad de género e integrada por 154 ciudadanos en su mayoría independientes progresistas redactó durante un año.
De aprobarse, el texto sustituirá a la actual ley fundamental, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y considerada por muchos como el origen de las desigualdades del país por favorecer la privatización de servicios básicos.
Fue precisamente durante el mandato de Lagos cuando tuvo lugar una gran reforma constitucional que permitió, entre cosas, la democratización de la elección de senadores y la subordinación total del Ejército al Gobierno.
“Si gana el apruebo, se debe abrir el debate para incorporar mejoras en el texto. Si gana el rechazo, lo logrado por la Asamblea Constituyente no podrá dejarse de lado, pues hay elementos muy rescatables en su propuesta”, indicó el exgobernante en el mismo comunicado, donde no especifica por qué opción votará.
La propuesta declara a Chile un Estado social de derecho y consagra derechos sociales como salud pública y universal, educación gratuita, mejores pensiones y acceso a la vivienda y al agua.
El derecho a la interrupción voluntaria de embarazo, el carácter plurinacional del Estado y la eliminación del Senado son algunos de los temas que generaron más controversia.
Para Lagos, en caso de que gane el rechazo, “habría que rebajar el quórum para reformas constitucionales” o “poner término a los vestigios de Estado subsidiario que permanecen en la carta fundamental actual y consagrar el Estado social y democrático de derecho”, entre otras cuestiones.
“La Constitución vigente tampoco logra concitar ese apoyo, pues se utilizó el poder de veto de sectores partidarios del Estado ausente o subsidiario cada vez que se buscó reformarla”, apuntó.
De imponerse el apruebo, en cambio, habrá que “revisar a fondo el rol del presidente de la República y del llamado bicameralismo asimétrico” o “corregir el diseño del Estado Regional”, agregó.
Pese a que la opción de aprobar fue durante meses la mayoritaria, en los últimos tiempos algunos sondeos muestran una mayor preferencia por rechazarlo.
La derecha chilena votará en contra de la propuesta al encontrarla “radical”, mientras que la izquierda se inclina por darle luz verde.