CICyP se pronunció ante la situación de inestabilidad que vive el país

CICyP se pronunció ante la situación de inestabilidad que vive el país
Aida Michelle Ureña de Maduro, presidenta del Consejo Interamericano de Comercio y Producción de Panamá (CICyP). Foto, Henry G. Kinkead M.

Enumeró una serie de obligaciones que se deben afrontar con responsabilidad.

En un comunicado de prensa, el Consejo Interamericano de Comercio y Producción de Panamá (CICyP), manifestó su preocupación, ante la situación de inestabilidad que vive el país, “en momentos en los que debemos afrontar de manera racional y sin más dilación, la reactivación económica, lo que conlleva la generación de empleos dignos, mejorar nuestro sistema educativo, solucionar el grave problema de la Caja de Seguro Social y la prestación de los servicios de salud pública, en función del fortalecimiento de la institucionalidad, así como también, la prestación de servicios públicos de calidad que redundarán en bienestar y prosperidad para todos”.

En consecuencia, hacen un llamado a la ciudadanía, para que con responsabilidad, afrontemos las siguientes obligaciones:

• A las autoridades, desempeñar sus obligaciones constitucionales de proteger la vida, honra y bienes de todos los panameños, entre los cuales están igualmente los derechos al libre tránsito, la educación y la salud. Panamá es un Estado democrático de derecho y las autoridades están para cumplir y hacer cumplir la Constitución y la Ley.

• Las autoridades no pueden ser tolerantes ni pasivas ante quienes impiden la libertad de circulación y se van a huelgas de brazos caídos, que impedirán el desarrollo del proceso educativo de nuestra niñez y juventud, así como tampoco quienes pretenden no brindar los servicios de salud.

• A los grupos radicales de izquierda, que se aprovechan de la coyuntura que vivimos para resquebrajar nuestra democracia y modelo económico, apelando a los sentimientos y emociones de la ciudadanía, para fomentar a través de discursos de odio la división y el caos en Panamá. No podemos vivir en un país en donde se coartan las libertades de la población con la inaceptable excusa de reivindicaciones sociales.

• A los que se apalancan en la fuerza del Estado para cabildear privilegios que riñen con la ética y la moral, a fin de que sus iniciativas sean transparentes y apegadas a la ley en igualdad de oportunidades, en un mercado regido bajo los principios de libre concurrencia y libre competencia.

• A los empresarios, que crean prosperidad, desarrollo y puestos de trabajo dignos, los invitamos a invertir en democracia y dar la batalla cultural contra los grupos radicales. No podemos cometer los mismos errores de otros países de la región, de echar por la borda el desarrollo y el extraordinario progreso que como panameños hemos logrado.

• Todos somos responsables de nuestro presente y futuro como nación, no podemos permitir que los grupos radicales de izquierda y populistas sigan causando inestablidad porque daremos paso a los líderes mesiánicos que venderán la falsa e incumplible promesa de salvar al pueblo resolviéndoles sus problemas.

Sigamos el camino que nos señaló Don Justo Arosemena cuando expresó: “En el conflicto entre las opiniones políticas y las creencias religiosas no hay más solución que la libertad”. Ahora más que nunca el país necesita de sus mejores hombres y mujeres, para encontrar soluciones racionales a los problemas que nos aquejan.

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