SM el Rey Mohammed VI, de Marruecos, dirigió un discurso a la Nación con motivo de la Fiesta del Trono, hoy sábado 30 de julio.
Su Majestad el Rey Mohammed VI, dirigió, hoy sábado, un discurso a la Nación con motivo del 23º aniversario del acceso del Soberano al Trono de Sus gloriosos ancestros.
He aquí el texto completo del discurso real:
“Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,
Querido pueblo,
La conmemoración de la gloriosa Fiesta del Trono, que coincide con la llegada del año nuevo de la hégira, constituye una efeméride para la renovación de los vínculos de pleitesía intercambiada entre el Trono y el pueblo.
Damos las gracias al Todopoderoso por habernos agraciado con esta sólida cohesión verificada a lo largo de la historia, tanto en la prosperidad como en la adversidad.
Este año, la celebración de esta querida conmemoración para todos los marroquíes, tiene lugar en el seno de unas circunstancias inestables, marcadas por la persistencia de las consecuencias de la crisis sanitaria, así como por las repercusiones de las mutaciones internacionales sobre la economía nacional y mundial.
No vamos a ser capaces de relevar los retos, tanto internos como externos, sin la conjugación del espíritu de iniciativa con los elementos de resistencia, a fin de arraigar la estabilidad social y promover la condición de la mujer y de la familia, a la vez que se refuercen las capacidades de la economía nacional.
Querido pueblo,
La construcción del Marruecos del progreso y de la dignidad, al que aspiramos, sólo será posible mediante la participación de todos los marroquíes, tanto hombres como mujeres, en la operación del desarrollo.
De ahí el que nuevamente insistamos sobre la necesaria participación total de la mujer marroquí, en todos los ámbitos.
Desde nuestra accesión al Trono, nos empeñamos en promover la condición de la mujer, abriéndole todos los horizontes de la promoción y otorgándole la situación que le corresponde.
Entre las reformas más importantes que hemos podido realizar, está la promulgación del Código de la Familia y la adopción de la Constitución de 2011 que consagra la igualdad entre la mujer y el hombre en derechos y obligaciones, preconizando el principio de la paridad, en tanto que objetivo que el Estado quiere realizar.
No se trata aquí de conceder privilegios gratuitos a la mujer, sino de darle todos sus derechos previstos por las distintas leyes. En el Marruecos de hoy, a la mujer no se le puede privar de sus derechos.
En este sentido, invitamos a poner en práctica las instituciones constitucionales concernidas por los derechos de la familia y de la mujer, actualizando las herramientas y legislaciones nacionales, con el fin de promover su condición.
Si el Código de la Familia representó un notorio avance, actualmente resulta insuficiente, ya que la experiencia ha puesto de manifiesto diferentes obstáculos que dificultan la culminación de esta marcha, a la vez que entorpecen el alcance de sus objetivos.
En este contexto, se puede mencionar su incorrecta implementación por distintos motivos sociológicos, particularmente cuando vemos que determinados funcionarios y hombres de la justicia, siguen creyendo que este código sólo concierne a las mujeres.
En realidad, el Código de la Familia no es un código destinado al hombre ni tampoco a la mujer, sino que más bien es un código dedicado a la totalidad de la familia.
En efecto, el Código de la Familia se basa en el equilibrio, otorgando a la mujer sus derechos y al hombre los suyos, a la vez que toma en consideración el interés de los hijos.
Por tal razón, insistimos sobre el riguroso respeto por todos de la aplicación íntegra y correcta de sus disposiciones legales.
Por otra parte, hay que subsanar las disfunciones y elementos negativos que la experiencia ha puesto de manifiesto, del mismo modo que se deben revisar algunos artículos que han sido desviados de sus objetivos, si ello se considera oportuno.
En mi calidad de Emir de los Creyentes, tal y como he dicho en el discurso de presentación del Código ante el Parlamento, en 2003, no voy a hacer lícito lo que Dios prohibió, ni tampoco voy a prohibir lo que Dios ha considerado como lícito, particularmente cuando se trata de casos abordados por textos coránicos categóricos.
Por tal razón, procuramos que ello tenga lugar en el marco de los objetivos de la sharía islámica y de las especificidades de la sociedad marroquí, adoptando, a la vez, la moderación y el esfuerzo interpretativo abierto, así como la consulta y el diálogo, y asociando a todas las instituciones y actores concernidos.
En el mismo contexto, invitamos a obrar por generalizar los tribunales de la familia en todas las partes del país, dotándolos de recursos humanos preparados y medios materiales necesarios, con el fin de cumplir con sus funciones como bien se debe.
Todo el mundo debe comprender que el hecho de otorgar a la mujer sus derechos no significa que ello se haga en detrimento del hombre, ni tampoco en detrimento de la mujer.
Efectivamente, el desarrollo de Marruecos se halla supeditado a la condición de la mujer y a su participación efectiva en los distintos ámbitos del desarrollo.
Querido pueblo,
Como bien sabes, la situación que ha prevalecido en estos últimos años, ha sido marcada por la influencia de la crisis sanitaria sobre los distintos dominios socioeconómicos.
En este sentido, muchas personas, sobre todo aquellas pertenecientes a categorías precarias y pobres, sufrieron mucho económica y socialmente.
Sin embargo, gracias a Dios, Hemos conseguido gestionar esta difícil etapa, de modo sui generis, gracias a la conjugación de los esfuerzos de ciudadanos y autoridades.
El Estado ha consentido enormes esfuerzos y asumió un alto coste para hacer frente a las consecuencias de esta pandemia, prestando ayudas materiales directas a las familias necesitadas y apoyo a los sectores perjudicados.
Por otra parte, obró por disponer los productos básicos, sin interrupción y en cantidades suficientes, a los distintos puntos del país.
Marruecos, como todo el mundo sabe, fue uno de los primeros países en adquirir la vacuna y ofrecerla gratuitamente a todos los ciudadanos, tanto nacionales como extranjeros residentes en Marruecos, a pesar de su elevado precio.
Dentro de las mismas circunstancias, empezamos a aplicar el gran proyecto de la generalización de la protección social y de la habilitación del sistema sanitario nacional.
Del mismo modo, lanzamos un conjunto de proyectos tendentes a realizar la soberanía sanitaria y garantizar la seguridad y la salud de los ciudadanos.
Así pues, en menos de un año, el número de afiliados al seguro obligatorio contra la enfermedad, superó los seis millones entre trabajadores no asalariados y sus familias.
De igual modo, a finales de este año, se va a completar la generalización de la cobertura sanitaria obligatoria a todas las personas afiliadas al régimen RAMED.
En el mismo orden de cosas, y con la ayuda de Dios, estamos decididos a poner en marcha de manera gradual la generalización de las prestaciones familiares, a partir de finales de 2023, conforme al programa establecido al respecto.
Este solidario proyecto nacional beneficiará aproximadamente a unos siete millones de niños, especialmente aquellos pertenecientes a familias que acusan precariedad y pobreza, así como a tres millones de familias con niños que no han alcanzado aún la edad de escolarización.
En este sentido, invitamos a sacar, con la mayor celeridad posible, el Registro Social Unificado en la medida en que constituye la herramienta fundamental para la presentación de la subvención y garantizar su eficacia. Querido pueblo,
Merced a la conjunción de los esfuerzos del Estado y de los sectores público y privado, la economía nacional ha podido resistir ante las crisis y fluctuaciones, obteniendo resultados positivos en los diferentes sectores de producción. Sin embargo, la etapa de recuperación no duró mucho tiempo a causa de la actual coyuntura mundial.
En efecto, estos factores externos y los modestos resultados de la campaña agrícola, han causado la subida de precios de algunos productos básicos, dando lugar a un problema que afecta a todos los países por igual.
Conscientes del impacto que esta situación produce sobre las condiciones de vida de amplias categorías de ciudadanos, hemos procedido al lanzamiento de un programa nacional para atenuar los efectos de la sequía sobre los agricultores y habitantes del mundo rural.
Asimismo, hemos orientado al Gobierno para dedicar importantes partidas para subvencionar los precios de algunos productos básicos y garantizar su presencia en los mercados. Esto es lo menos que se puede hacer por los marroquíes.
En este marco, el presupuesto del Fondo de Compensación ha sido duplicado para el año 2022, superando los 32 mil millones de dírhams.
Paralelamente, invitamos a reforzar los mecanismos de solidaridad nacional haciendo frente, con determinación y responsabilidad, a la especulación y manipulación de los precios.
A pesar de las fluctuaciones que registra la situación mundial, hemos de ser optimistas y centrarnos en nuestros puntos fuertes.
Por otra parte, hemos de aprovechar las oportunidades y expectativas que tales mutaciones ofrecen, especialmente en materia de atracción de las inversiones, estímulo de las exportaciones y promoción del producto nacional.
En este sentido, invitamos al gobierno y a los círculos políticos y económicos, a obrar por facilitar la atracción de las inversiones extranjeras que eligen nuestro país en esta coyuntura mundial, eliminando los obstáculos que se les pueden presentar.
Efectivamente, los obstáculos intencionados apostados por aquellos que buscan beneficios personales y el propio interés son el gran peligro que puede amenazar el desarrollo de un país y el estímulo de sus inversiones. Por ello, hay que combatir tales actuaciones.
Querido pueblo,
Nuestro compromiso para con la promoción de la situación económica y social va a la par con nuestro constante empeño de tratar las prioridades de Marruecos, tanto a escala regional como internacional.
En este sentido, quiero reafirmar, una vez más, que las fronteras que separan a los pueblos hermanos de Marruecos y de Argelia, jamás serán fronteras que cierren los ámbitos de la comunicación y del entendimiento entre los mismos.
Todo lo contrario, queremos que sean puentes que porten en sus brazos el futuro de Marruecos y de Argelia, dando así el ejemplo a los demás pueblos magrebíes.
En este sentido, quiero exhortar a todos los marroquíes a seguir engalanándose con los valores de fraternidad, solidaridad y buena vecindad que nos unen a nuestros hermanos argelinos, a los que queremos asegurar que siempre hallarán, a Marruecos y a los marroquíes, a su lado en todas las circunstancias y situaciones.
En cuanto a los bulos que acusan a los marroquíes de proferir insultos contra Argelia y los argelinos, hemos de decir que aquellos que los difunden, de manera irresponsable, sólo buscan provocar la discordia entre los dos pueblos hermanos.
En cuanto a lo que se dice acerca de las relaciones entre Marruecos y Argelia es insensato y duele en el alma. Por nuestra parte, jamás permitiremos que nadie ofenda a nuestros hermanos y vecinos.
Al pueblo marroquí le decimos que empeñados estamos en salir de esta situación, consolidando el acercamiento, la comunicación y el entendimiento entre los dos pueblos.
A Nosotros nos anima la ambición de trabajar con la presidencia argelina con el objetivo de hacer que ambos países, Marruecos y Argelia, se cojan de la mano para establecer unas relaciones naturales entre dos pueblos hermanos, unidos por vínculos históricos y humanos, así como por un destino común.
Querido pueblo,
La historia de Marruecos está llena de enseñanzas y realizaciones que confirman el hecho de que siempre superamos las crisis, gracias a la permanente cohesión entre Trono y pueblo, y a los sacrificios de los marroquíes libres.
Hoy no me cabe sino expresarte, querido pueblo, mis agradecimientos y mi consideración por todo cuanto has manifestado, en todas las circunstancias y condiciones, como amor a tu patria, celo por tu unidad nacional, integridad territorial y compromiso para defender tus símbolos y valores sagrados.
Quiero aprovechar esta gloriosa ocasión para transmitir mis elogios y mi consideración a todos los componentes de nuestras Fuerzas Armadas Reales, Gendarmería Real, Seguridad Nacional, Fuerzas Auxiliares y Protección Civil, por su constante movilización bajo nuestro mando, en defensa de la unidad, seguridad y estabilidad de la patria.
Asimismo, evocamos con total engrandecimiento las límpidas memorias de los virtuosos mártires de Marruecos, encabezados por Nuestros Augustos Abuelo y Padre, Sus Majestades los Reyes Mohammed V y Hassan II, Dios los tenga en Su Santa Gloria.
Para concluir este discurso, nada mejor que las siguientes divinas palabras: “La adversidad y la felicidad van a una, la adversidad y la felicidad van a una. Cuando estés libre, ¡mantente diligente! y a tu Señor ¡deséale ardientemente!”.
“Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh”.