La educación es un proceso social que requiere de un apostolado como el del Maestro de maestros, Jesús, que se preocupaba de la salud espiritual, física y emocional de sus discípulos para buscar soluciones.
Las clases perdidas solo pueden recuperarse enseñando los temas que faltan y eso requiere prolongar el año escolar. No hay otra forma, pues se debe cumplir con la programación de las materias, lo que significa tener conciencia clara del sacrificio de parte de los estudiantes y docentes.
Si se quiere que los estudiantes aprendan bien los temas faltantes, se debe llegar a un consenso entre las partes y que el sacrificio compartido sea en beneficio de todos, ya que solo así se podrá preparar a los fututos hombres y mujeres del país.
No se debe pensar en solicitarles a los alumnos trabajos extraordinarios como informes o adelantar deberes sobre determinadas áreas porque eso no ayudará a recobrar los aprendizajes: los discentes necesitan más atención de parte de los docentes, quienes deberán recompensarlos con creces.
¿Quiénes son los culpables de la situación educativa en el país? Aquí no se trata de buscar al o a los posibles culpables de la situación. Estamos frente a un problema que se debe resolver de manera más cordial y que nadie se queje por pasar más del tiempo necesario en la “recuperación” de las clases perdidas. Estudiantes, maestros y profesores deben entender la necesidad de trabajar conjuntamente por el bienestar de todos.
Aunque los estudiantes son las víctimas de las acciones de los docentes, en este caso tendrán que continuar adelante sin mirar atrás porque el país necesita de todos sus habitantes para alcanzar una educación adecuada en este mundo. Necesitan aprender a su ritmo para adquirir los conocimientos y eso significa que se necesita el tiempo necesario.
Los profesores y maestros saben a ciencia cierta lo que deben llevar a cabo para lograr que los estudiantes no solo aprendan los contenidos de las asignaturas, sino que disfruten durante esa interacción de todos los días de clases.
La educación es un proceso social que requiere de un apostolado como el del Maestro de maestros, Jesús, que se preocupaba de la salud espiritual, física y emocional de sus discípulos para buscar soluciones. Esta es la actitud que se espera de los educadores para salvar la situación de sus discentes.