Problema secular

Problema secular
El autor del artículo es periodista, profesor de Español y magíster en Educación.

Quizás el aprendizaje de matemática tenga su origen en la apropiación de la lengua materna por parte del estudiante. Si no entienden los conceptos, poco podrán solucionar los problemas matemáticos que enfrentan diariamente.

El problema del aprendizaje de la matemática, español e inglés seguirá siendo secular mientras no se busque el origen del mal que afecta la educación panameña desde hace muchísimos años y al que todavía no se le ha encontrado la solución adecuada. ¿Será que a los docentes de estas materias no los preparan bien?

Quizás el aprendizaje de matemática tenga su origen en la apropiación de la lengua materna por parte del estudiante. Si no entienden los conceptos, poco podrán solucionar los problemas matemáticos que enfrentan diariamente.

Los estudiantes necesitan ayuda para entender su propia lengua, a desarrollar su capacidad lingüística y que la puedan emplear con fluidez, facilidad y eficacia. Es deber de los docentes velar por la enseñanza en la que se favorezcan la comprensión y la expresión de mensajes con las palabras adecuadas y que disfruten de la literatura como método para lograr la adquisición de la lengua materna. Se espera que los alumnos desarrollen las habilidades para hablar, escuchar, escribir y leer mediante ejercicios prácticos todos los días.

Con el inglés ocurre lo mismo: si el estudiante no entiende su propio idioma, ¿cómo serán su competencia y su actuación con una lengua extranjera? Si se pretende que el estudiante aprenda inglés, primero se le debe enseñar respeto por su propio idioma, y mostrarle que es necesario aprender ambos. Hace muchos años, se enseñaba el verbo “to be” como el eje del aprendizaje del inglés. ¿Cómo será ahora?

Pero lo importante es que se le brinden las explicaciones de la forma más entendible posible. El estudiante debe comprender el español que se emplea en la enseñanza de matemática, si se desea que aprenda de verdad, y dejar de atiborrarlos con conceptos etéreos que no pueden entender.

Los estudiantes necesitan leer y escribir todos los días en español e inglés. Solo mediante la práctica se podrán alcanzar los objetivos.

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