Familias denuncian el adelgazamiento extremo de los opositores presos en Nicaragua

Familias denuncian el adelgazamiento extremo de los opositores presos en Nicaragua
El representante legal del diario La Prensa, Juan Lorenzo Holmann Chamorro, en una fotografía de archivo. EFE/ Jorge Torres.

“Estamos sumamente alarmados por la reducción drástica de las raciones alimenticias después de la última visita, llegando a extremos incompatibles con la vida”, afirmaron los familiares en una declaración leída por Renata Holmann, hija de Juan Lorenzo Holmann, gerente general del diario La Prensa.

Los opositores nicaragüenses que se encuentran encarcelados en “El Chipote” y que son considerados presos políticos por los organismos humanitarios sufren desnutrición y adelgazamiento extremo, denunciaron este lunes sus familiares.

“Estamos sumamente alarmados por la reducción drástica de las raciones alimenticias después de la última visita, llegando a extremos incompatibles con la vida”, afirmaron los familiares en una declaración leída por Renata Holmann, hija de Juan Lorenzo Holmann, gerente general del diario La Prensa, preso desde hace un año.

“El aumento en las raciones reportadas en nuestro comunicado anterior, no solo no se mantuvo, sino que se redujeron más que nunca, provocando más desnutrición y adelgazamiento extremo que nos tiene sumamente preocupados”, agregaron.

En la cárcel policial “El Chipote”, oficialmente conocida como la Dirección de Auxilio Judicial, se encuentran recluidos dirigentes opositores, estudiantiles, campesinos, empresarios, periodistas y profesionales independientes, incluyendo a siete disidentes que aspiraban a competir por la Presidencia en las elecciones generales de noviembre pasado.

Los opositores, detenidos entre mayo y noviembre de 2021, fueron condenados a penas de entre 7 y 13 años de cárcel por delitos considerados como “traición a la patria” o lavado de dinero.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, los ha tildado de “traidores a la patria”, “criminales” e “hijos de perra de los imperialistas yanquis”.

PIDEN QUE EL CICR VISITE A LOS PRESOS

En la declaración, los familiares explicaron que entre el viernes y el domingo pasados visitaron a sus parientes en “El Chipote”, en la que constataron su situación.

“Demandamos de manera urgente el incremento de las raciones, así como el mejoramiento del valor nutricional en la alimentación de nuestros familiares”, indicaron.

“Si el Estado no tiene la capacidad de proporcionar una alimentación adecuada, reiteramos nuestra voluntad de llevar estos alimentos diariamente”, añadieron.

Asimismo, demandaron que se les permita entregar la paquetería de alimentos semanalmente “y que la puedan manejar de manera autónoma en sus celdas, no como ahora que son administradas de manera discrecional y en pequeñas cantidades, como sucede en las cárceles del Sistema Penitenciario”.

Advirtieron que se ha incrementado la presencia de enfermedades como infecciones de garganta y estómago dentro de la prisión, y que sus familiares no reciben atención médica especializada.

Por tanto, demandaron “urgentemente el ingreso de organizaciones de derechos humanos, la Cruz Roja Internacional y la Comisión de Expertos Independientes de las Naciones Unidas a la Dirección de Auxilio Judicial y también en las distintas cárceles del Sistema Penitenciario y estaciones policiales en todo el país, para constatar la situación de nuestros familiares”.

LAS REGLAS MANDELA

Por otro lado, reclamaron porque no se permite que los opositores sean visitados por sus hijos o recibir una llamada, “salvo en dos casos puntuales y después de huelgas de hambre” de dos de sus familiares.

“Esto viola no solo los derechos de las personas presas políticas, sino también los derechos de sus hijos e hijas, mismos que están protegidos por leyes nacionales e internacionales y por el Código de la Niñez y la Adolescencia que fue firmado por el Estado de Nicaragua”, argumentaron.

Exigieron además la regularización de las visitas, con presencia y participación de hijos menores y/o con necesidades especiales; y el acceso y regularización a llamadas telefónicas o videollamadas y correspondencia como fotografías, dibujos y cartas, que incluyan a familiares en el exilio.

También demandaron el ingreso de material de lectura y escritura para sus familiares, “tal como está consignado en las Reglas Mandela y las leyes nacionales e internacionales”, así como la Biblia.

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