Bogotá, una de las ciudades con mayor congestión en las calles, vivió este jueves un tranquilo día sin carro, en el que las bicicletas inundaron la ciudad y se consiguió, según la Alcaldía, dejar de emitir más de 7.600 toneladas de dióxido de carbono.
Calles vacías, teñidas del amarillo de los taxis, uno de los pocos vehículos habilitados para circular hoy, y el rojo de los autobuses de Transmilenio, y con centenares de ciclistas invadiendo un espacio que en el día a día les está vetado.
Arterias como la calle 100 o las Américas, uno de los principales portales de transporte de la ciudad, estaban sin apenas circulación en una ciudad donde en hora punta fácilmente apenas 10 kilómetros se tarda una hora y media o incluso dos en recorrerlos por el alto nivel de tráfico.
“El Día Sin Carro es un día para compartir sistema de transporte público y conocer la nueva flota y ampliación de estaciones. Hoy se dejan de emitir más de 7.600 toneladas de C02, es decir una reducción del 51 %”, dijo la alcaldesa de la capital colombiana, Claudia López, en sus redes sociales.
Más de 1.800.000 vehículos particulares y 469.000 motos dejaron de circular hoy, según los datos de la Alcaldía, en una ciudad donde viven más de 7 millones de personas y se realizan 19 millones de viajes diarios, de los cuales 2,6 millones son entre Bogotá y otras zonas del departamento de Cundinamarca y solo 5,3 millones a viajes en transporte público.
Por tanto, el resultado es, según resumió López, “menos contaminación, mayor afluencia de usuarios en Transmilenio, en las ciclorrutas, menor siniestralidad”.
Los peatones representan el 24 % de los viajes diarios en la ciudad y las bicis el 8 %, lo que se espera que se aumente este jueves y que los ciclistas aprovechen los 598 kilómetros de ciclovía que hay en la ciudad que cuenta con una de las mayores redes de la región.