El portavoz del Pentágono, Pat Ryder, dijo en una rueda de prensa que, en paralelo, sus fuerzas en el Comando del Indopacífico y las de Corea del Sur llevaron a cabo otro ejercicio castrense este mismo martes.
Cazabombarderos estadounidenses llevaron a cabo este martes maniobras militares junto a aviones japoneses sobre el mar de Japón en respuesta al ensayo por parte de Corea del Norte de un misil balístico.
El portavoz del Pentágono, Pat Ryder, dijo en una rueda de prensa que, en paralelo, sus fuerzas en el Comando del Indopacífico y las de Corea del Sur llevaron a cabo otro ejercicio castrense este mismo martes.
Corea del Norte disparó el lunes un misil balístico al mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas), informó el Ejército surcoreano, en lo que supone el quinto lanzamiento de este tipo en los últimos diez días.
Ryder indicó que el misil sobrevoló Japón y señaló que todavía están evaluando el tipo de proyectil y su rango, así como el punto donde impactó.
“Ha habido indicios en el pasado de que Corea del Norte está preparando un sitio para un test de lo que sería su séptimo ensayo nuclear. Si lo hace, esto supondría desde nuestro punto de vista una escalada muy grave y amenazaría la seguridad y la estabilidad regional e internacional”, avisó el portavoz estadounidense.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, transmitió este martes al primer ministro japonés, Fumio Kishida, “el compromiso inquebrantable” de su país con la defensa de Japón, tras el lanzamiento del misil norcoreano.
Según un comunicado de la Casa Blanca, ambos dirigentes mantuvieron una conversación telefónica en la que condenaron “en los mayores términos” el test de un misil efectuado por Pionyang y afirmaron que se trata de un “peligro” para el pueblo japonés, que desestabiliza la región y que es una violación “clara” de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
El lanzamiento del lunes ocurrió después de que Corea del Norte llevara a cabo otras cuatro rondas de ensayos con misiles balísticos de corto alcance desde el pasado día 24, en una nueva escalada de tensiones en la península que coincidió con las maniobras militares conjuntas de Washington y Seúl y con la visita al Sur de la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris.