Los siete pueblos originarios y los 12 Congresos y Consejos territoriales, miembros de la COONAPIP manifiestan que se encuentran en pie de alerta sobre la situación del pueblo Bri Brí.
Después de una larga lucha legal nacional e internacional el pueblo originario Bri Brí de Panamá recibió la noticia que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), admitió su demanda por el reconocimiento de los derechos de ocupación territorial ancestral en Bocas del Toro, región fronteriza Panamá-Costa Rica.
El pasado 4 de octubre, la CIDH informa al gobierno de Panamá la admisión de la demanda del pueblo Bri Brí y le otorga cuatro meses para dar respuesta sobre la violación a los derechos humanos de este pueblo originario en relación a sus derechos territoriales ancestrales.
El pueblo Bri Brí, en un comunicado de prensa, acotó que ha sumado importantes actores nacionales e internacionales en la lucha por la defensa de su territorio, encabezado por la Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP), y esta decisión de la Corte Interamericana, para este pueblo originario “es una luz de esperanza para lograr el respeto y reconocimiento de su territorio ancestral”.
Joaquín González, Rey Bulú de los Bri Brí, manifestó que la ardua lucha por el reconocimiento de los derechos de ocupación ancestral de su pueblo en Panamá empieza a dar sus frutos y lo que se espera es que finalmente “se haga justicia”.
“Nos sentimos regocijados por esta noticia de la CIDH y haremos todo lo posible por lograr el reconocimiento de nuestros derechos, iremos hasta las últimas consecuencias y si es posible, ofrendaremos nuestras vidas para lograr el reconocimiento de nuestros derechos como uno de los pueblos ancestrales y milenarios que tiene derechos que deben ser restituidos de manera urgente”, manifestó el Rey Bulú.
El presidente de la Coonapip Marcelo Guerra sostuvo que ya es tiempo que el gobierno panameño ponga orden en la situación que confronta el pueblo Bri Brí, que se haga justicia y se respete sus derechos humanos, porque de lo contrario este pueblo está condenado a desaparecer.
“No es posible que al pueblo Bri Brí se le niegue el derecho a titular sus tierras de manera colectiva, sin embargo, a personas foráneas con influencias políticas, económicas y de otros intereses poderosos, las instituciones del gobierno alegremente les otorga títulos de propiedad, despojando a los verdaderos dueños el derecho a su territorio”, lamentó el Presidente de COONAPIP.
Sostuvo que la lucha por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas en Panamá no cesa, y hoy por hoy la COONAPIP se mantiene firme en garantizar que estos derechos sean reconocidos y ejercidos por cada uno de los pueblos indígenas de Panamá.
Motivo de la Demanda ante la CIDH
Luego que el Gobierno de Panamá, a través de la ANATI, el 12 de abril de 2019, ordena archivar el expediente de solicitud de titulación colectiva por considerarlos “incompleta”, trascurrido 5 años desde que se presentó dicha solicitud de titulación colectiva en diciembre de 2015.
Dos meses después de negarles el derecho al pueblo Bri Brí, el 4 de Junio de 2019, la ANATI ordena con premura un proceso de titulación individual, empezando a favorecer, según los denunciantes, “a allegados de políticos de turno, con influencias en la provincia de Bocas del toro”.
“Los títulos individuales fueron tramitados, de manera maratónica, tanto que aparecieron de la noche a la mañana, nuevos dueños que jamás han vivido en dicha localidad con títulos en manos y empezaron a trazar trochas y talar árboles sin control”, denunció en su momento Ilka Abrego, joven dirigente de la mujer Bri Brí.
Frente a esta denuncia los defensores de los derechos humanos como COONAPIP, ACEASPA, MODETEAB, ACD, entre otros y sus respectivos representantes, una vez agotado los recursos en la esfera nacional, con la asistencia de abogados locales, iniciaron una batalla legal a nivel internacional, presentando medidas cautelares y denuncias ante la comisión interamericana de derechos humanos (CIDH).
“Desde mayo de 2020, el pueblo Bri Brí de Panamá, se mantenía sin esperanza, fue desesperante y desastroso saber que nuestro hogar milenario, nuestros pasado y presente sería borrado para siempre por el poder económico en nombre del desarrollo”, señaló Ilka Abrego.
Los siete pueblos originarios y los 12 Congresos y Consejos territoriales, miembros de la COONAPIP manifiestan que se encuentran en pie de alerta sobre la situación del pueblo Bri Brí, y abrigan esperanzas que la admisión de la demanda ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos logre corregir el desacierto del gobierno panameño y que al pueblo Bri Brí se la haga justicia y se le otorgue finalmente el derecho a su tierra colectiva como lo establece la ley 72 del 2008.