Luto y miedo en el sur de México un día después de la masacre de 20 personas

Luto y miedo en el sur de México un día después de la masacre de 20 personas
Amigos y familiares de una de las víctimas mortales asesinadas ayer miércoles, asisten hoy a su entierro en el municipio de San Miguel Totolapan, estado de Guerrero (México). EFE/José Luis de la Cruz

Como un pueblo fantasma, prácticamente sin actividades y en completo silencio, quedó este jueves el municipio de San Miguel Totolapan, ubicado en la región de Tierra Caliente en el estado mexicano de Guerrero, sur del país, tras la masacre ocurrida el miércoles que dejó 20 personas asesinadas y dos heridos.

Tras la jornada violenta del miércoles, en la que presuntos miembros del crimen organizado asesinaron al presidente de ese municipio, Conrado Mendoza, el nulo movimiento de los habitantes provocó que las calles lucieran solitarias en medio de un silencio estremecedor.

En señal de duelo

Los ciudadanos de la comunidad decidieron no salir de sus casas y cerrar negocios, y aseguraron que en el ambiente “se respira el miedo”, además también fue cancelada la feria patronal que se realizaría esta semana en el municipio.

“Mi hijo sólo tenía 15 años, apenas estaba empezando a vivir, ojalá me hubiera muerto yo y no él, él había ido a la plaza y cuando escuché que había habido una balacera fui rápido y lo encontré muerto”, dijo uno de los padres de las víctimas de la masacre.

El único lugar donde hubo movimiento obligado fue en el panteón de la comunidad donde los enterradores vivieron una jornada intensa en las labores de despedida de algunas de las personas asesinadas.

Y a pesar de que el municipio, que se ubica en el corazón de la región de Tierra Caliente, se encuentra resguardado por agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los pobladores se sienten inseguros y temen que los ataques sigan en esta zona.

Tras un primer reporte el miércoles con 18 asesinatos, el Gobierno mexicano elevó este jueves a 20 la cifra.

“Según información de la Fiscalía General de Justicia de la entidad, hubo 20 personas víctimas, entre ellas el alcalde de ese municipio, Conrado Mendoza, y su padre, exalcalde también de ese municipio (Juan Mendoza)”, expuso Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad de México, en la conferencia matutina del Gobierno de México.

El funcionario detalló que la matanza del miércoles, que ha conmocionado al país por ser una de las más mortíferas en lo que va del año, “se da en el contexto de la disputa criminal entre grupos delictivos” en la región, donde “imperó durante un tiempo un grupo conocido como Los Tequileros”.

“Era un grupo dedicado fundamentalmente al trasiego y comercialización de amapola, pero también que se dedicaba al secuestro, la extorsión y perpetró diversos homicidios y desapariciones en la región”, comentó Mejía Berdeja.

Aunque las autoridades creen que el líder del grupo criminal, conocido como “El Tequilero”, murió en 2018 y la agrupación se debilitó tras varias detenciones, el grupo ha vuelto a “irrumpir”, reconoció el subsecretario.

“Ahí hay una disputa con un grupo criminal conocido como La Familia Michoacana, (del vecino estado de Michoacán), a cuyas cabezas, apodadas “El Pez” y “El Fresa”, que son los líderes criminales de esa región, una línea de investigación también los vincula, junto con este grupo “El Tequilero”, como que pueden ser los responsables de este evento”, ahondó Mejía.

San Miguel Totolapan es uno de los poblados más importantes en cuanto a siembra y trasiego de droga, ya que colinda con el estado de Michoacán y la sierra de Guerrero, un punto clave para estos actos delictivos, además la vigilancia no es tan dura, lo que les permite llevar a cabo actividades ilícitas a los grupos de la delincuencia organizada.

La masacre exhibió la violencia del crimen organizado y la vulnerabilidad de los políticos durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024).

Desde que asumió el poder, han asesinado a 18 alcaldes, además de 31 regidores y 11 síndicos, según la consultora Etellekt.

México registró 33.308 homicidios en 2021 después de los dos años más violentos de su historia, bajo el mandato de López Obrador, con 34.690 víctimas de asesinato en 2019 y 34.554 en 2020.

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