El santuario de ballenas en el Atlántico se retrasa al menos hasta 2024

El santuario de ballenas en el Atlántico se retrasa al menos hasta 2024
Dos ballenas jorobadas se sumergen en las aguas de la Bahía de Samaná (República Dominicana) que forma parte de un santuario de mamíferos marinos. EFE/Orlando Barría

Ya existen santuarios en los Océanos Antártico e Índico.

La creación de un santuario en el Atlántico Sur donde esté prohibido cazar ballenas no se debatirá de nuevo hasta 2024, después de que los países balleneros boicotearan ayer jueves una votación en la reunión de la Comisión Ballenera Internacional, que acaba este viernes en la ciudad eslovena de Portoroz.

La votación no pudo celebrarse al ausentarse del plenario 17 de los 52 miembros de la Comisión (CBI) con derecho a voto en ese momento.

Ante la situación creada, la Comisión acordó iniciar un proceso para aclarar las normas de participación y quórum, que será debatido en el próximo plenario, en 2024, sin que esté previsto tomar una decisión antes de esa fecha, informó a EFE la oficina de prensa de la CBI.

La ONG conservacionista alemana Pro Wildlife ha calificado la actitud de esos países de “sabotaje”.

De los países que impidieron el voto, sólo Islandia tiene una industria ballenera considerable, mientras el resto son naciones del Caribe, África u Oceanía que, en muchos casos, “llevan años recibiendo una generosa ayuda económica de Japón”, indicó Sandrá Altherr, que ha representado a esa ONG en la reunión de Portoroz.

Japón salió de la CBI en 2019 después de que se rechazara una propuesta suya para ir levantando la moratoria a la caza comercial de ballenas, que se aprobó en 1982 ante el riesgo de extinción de varias especies.

Pese a la prohibición, Japón y países como Noruega e Islandia han seguido capturando ballenas con fines comerciales.

Según Altherr, nunca hasta ahora se había estado tan cerca de lograr la mayoría del 75 % para crear el santuario del Atlántico, una propuesta que ha sido rechazada doce veces desde 2001.

Roxana Schteinbarg, cofundadora de la ONG argentina Instituto de Conservación de Ballenas, coincide en que la propuesta sí habría salido adelante esta vez y califica lo sucedido de sabotaje.

La propuesta consiste en prohibir cualquier tipo de actividad de caza de ballenas durante al menos 20 años en un santuario desde el ecuador al Cabo de Hornos y desde Sudamérica a África Occidental.

En esa zona habitan unas 54 especies de ballenas, que representan más del 60 % de la diversidad mundial, según Schteinbarg.

Ya existen santuarios en los Océanos Antártico e Índico.

A la reunión de este año de la CBI se habían presentado otras dos propuestas, por parte de países considerados aliados de Japón, sobre una cuota “sostenible” de caza comercial y otra que vinculaba esta actividad con la lucha contra el hambre y la pobreza.

Las ONG consideran que el objetivo de esas propuestas, que fueron retiradas de la votación, es ir debilitando la moratoria a la caza.

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