Macron participó en la capital italiana en la apertura de un foro internacional de tres días titulado “El grito de la paz: religiones y culturas en diálogo”, organizado por la Comunidad de Sant’Egidio, que desde 1968 media en conflictos y crisis de medio mundo.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, defendió hoy en Roma la necesidad de apoyar a Ucrania ante la invasión rusa pues, avisó, la neutralidad del mundo ante la agresión “validaría la ley del más fuerte” en el orden internacional.
“Hoy hay un pueblo agredido y de la otra parte dirigentes que decidieron atacar, invadir y humillar a un país vecino. Mantenerse neutrales significaría aceptar la ley del más fuerte (…) y, por lo tanto, la dominación sustituiría al derecho”, sostuvo el mandatario.
Macron participó en la capital italiana en la apertura de un foro internacional de tres días titulado “El grito de la paz: religiones y culturas en diálogo”, organizado por la Comunidad de Sant’Egidio, que desde 1968 media en conflictos y crisis de medio mundo.
En la conferencia participaron representantes católicos, judíos y musulmanes, pero, según fuentes de la Comunidad, también acudió el metropolita Antoni, responsable de las relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que ha justificado la invasión ucraniana.
El presidente galo lamentó el regreso de la guerra al continente europeo, máxime cuando implica a una potencia nuclear como Rusia, pero alegó que deben ser los ucranianos quienes elijan la paz “cuando quieran y se respete su propia soberanía”.
Asimismo opinó, tratando de entender al presidente ruso Vladimir Putin, el modo en que se ha entrado en este “túnel”, aunque la suya sea una “interpretación provisional e imperfecta”.
En este sentido achacó la guerra a “un nacionalismo exacerbado del poder ruso que se ha nutrido del resentimiento y de la humillación que siguió al colapso de la Unión Soviética”, algo que “se ha reforzado” con el aislamiento causado por la pandemia.
Macron alertó de que el régimen ruso “ha tratado de justificar el conflicto y crear su propia narrativa” y, por eso, apostó por “hablar al pueblo ruso como la clave para solucionar la crisis”.
“Decidimos ayudar a los ucranianos sin ser parte activa de la guerra, pero el pueblo ucraniano debe poder elegir la paz, el momento y las condiciones. Una perspectiva de paz existe y emergerá tarde o temprano, pero cuando Kiev quiera, y se instalará con la colaboración de la contraparte”, avanzó el mandatario.
Para todo esto, subrayó, es preciso volver al “sentimiento de la posguerra” y combatir el nacionalismo y el resentimiento entre los pueblos europeos y, para ello, será “clave” el papel que desempeñan las religiones en las sociedades.
El acto, celebrado en el centro de congresos de “La nuvola” de Roma, contó con Macron y con su homólogo italiano, Sergio Mattarella, así como el cardenal Matteo Zuppi; el rabino jefe de Francia, Haim Korsia, y el secretario de La Liga del Mundo Islámico, Abdula Kariim Al-Issa.
El fundador de Sant’Egidio, Andrea Riccardi, pidió al mundo y a los dos presidentes presentes “no rendirse a la lógica de la guerra” en estos momentos en los que los bombardeos han vuelto a Europa con la invasión rusa de Ucrania, desde el pasado 24 de febrero.
“Ha desaparecido la generación de la II Guerra Mundial y del Holocausto y crece la idea de que la guerra es una acompañante natural de la historia”, avisó Riccardi.
El evento concluirá en la tarde del martes 25 de octubre con un acto por la paz en el Coliseo de Roma que contará también con el papa Francisco.
La agenda del presidente francés, además del discurso ofrecido esta tarde, incluye una cena esta noche con Riccardi mientras que mañana acudirá al Vaticano para reunirse con el pontífice acompañado por su esposa, Brigitte Macron, a las 10:30 locales (8:30 GMT).
Acto seguido mantendrá otro encuentro con el presidente Mattarella en el Palacio del Quirinal, sede de la Jefatura del Estado italiano.
Por el momento no se ha confirmado un eventual encuentro con la nueva primera ministra, Giorgia Meloni, jefa de los ultraderechistas Hermanos de Italia y que juró ayer sábado ante Mattarella tras ganar las elecciones generales del 25 de septiembre.
Al comienzo del acto sí que estrechó la mano a su vicepresidente y ministro de Exteriores, Antonio Tajani, antiguo presidente del Parlamento Europeo.