En los últimos meses, los generadores de imágenes basados en IA como DALL-E 2, Midjourney y Stable Diffusion han hecho posible que cualquiera pueda crear imágenes únicas e hiperrealistas con solo escribir unas pocas palabras en un cuadro de texto.
Durante años, la opinión compartida entre los futuristas de Silicon Valley era que la inteligencia artificial y la automatización serían una catástrofe para las personas que llevan a cabo trabajos manuales repetitivos. Los camioneros, los cajeros de tiendas minoristas y los trabajadores de almacenes perderían sus trabajos por culpa de los robots, aseguraban, mientras que los trabajadores en campos creativos como el arte, el entretenimiento y los medios estarían a salvo.
Bueno, hace poco sucedió algo inesperado: la inteligencia artificial entró en la clase creativa.
En los últimos meses, los generadores de imágenes basados en IA como DALL-E 2, Midjourney y Stable Diffusion han hecho posible que cualquiera pueda crear imágenes únicas e hiperrealistas con solo escribir unas pocas palabras en un cuadro de texto.
Estas aplicaciones, aunque nuevas, ya son increíblemente populares. DALL-E 2, por ejemplo, tiene más de 1,5 millones de usuarios que generan más de dos millones de imágenes todos los días, mientras que el servidor oficial de Midjourney en Discord tiene más de tres millones de miembros.
Estos programas usan lo que se conoce como “inteligencia artificial generativa”, un tipo de inteligencia artificial que se popularizó hace varios años con el lanzamiento de herramientas de generación de texto como GPT-3, pero que desde entonces se ha expandido a imágenes, audio y video.
Todavía es demasiado pronto para saber si esta nueva ola de aplicaciones terminará costándoles a los artistas e ilustradores sus trabajos. Sin embargo, lo que parece evidente es que estas herramientas ya se están utilizando en las industrias creativas.
Hace poco, hablé con cinco profesionales del sector creativo sobre cómo utilizan el arte generado por IA en sus trabajos.
”Produjo una imagen perfecta”.
Collin Waldoch, de 29 años, diseñador de juegos del barrio neoyorquino de Brooklyn, empezó hace poco a utilizar la IA generativa para crear arte personalizado para su juego en línea, Twofer Goofer, que funciona un poco como una versión para rimas de Wordle. Todos los días, los jugadores reciben una pista —como “un conjunto de movimientos rítmicos en un estado semiconsciente”— y se les encomienda la tarea de encontrar un par de palabras que rimen con la pista. (En este caso, “baile de trance”).
En un principio, Waldoch tenía pensado contratar a artistas humanos a través de la plataforma de trabajo por encargo Upwork para que ilustraran el par de palabras que riman cada día. Pero cuando vio el costo —entre 50 y 60 dólares por imagen, más el tiempo de las rondas de comentarios y ediciones— decidió probar con la IA.
Introdujo pares de palabras en Midjourney y DreamStudio, una aplicación basada en Stable Diffusion, y retocó los resultados hasta que quedaron bien. Costo total: unos minutos de trabajo, más unos centavos. (DreamStudio cobra alrededor de 1 centavo por imagen; la suscripción estándar de Midjourney cuesta 30 dólares al mes por un número ilimitado de imágenes).
Escribí “loro zanahoria” y me devolvió una imagen perfecta de un loro hecho de zanahorias”, explica. “Ese fue el momento en el que pensé ‘eureka’”.
Waldoch aseguró que no se sentía culpable por usar IA en lugar de contratar artistas humanos, porque los artistas humanos eran demasiado caros para que el juego fuese rentable.
“No hubiéramos hecho esto” si no fuera por la IA, señaló.
‘No creo que me quite el trabajo’.
Isabella Orsi, de 24 años, diseñadora de interiores en San Francisco, utilizó hace poco una aplicación de IA generativa llamada InteriorAI con el fin de crear una maqueta para un cliente.
El cliente, una empresa tecnológica emergente, buscaba arreglar su oficina. Orsi subió fotos de la oficina del cliente a InteriorAI y luego aplicó un filtro “cyberpunk”. La aplicación produjo nuevas representaciones en segundos, mostrando cómo se vería la entrada de la oficina con luces de colores, muebles contorneados y un nuevo juego de estantes.
Orsi cree que, en lugar de remplazar por completo a los diseñadores de interiores, la IA generativa los ayudará a generar ideas durante la fase inicial de un proyecto.
“Me parece que hay un elemento de buen diseño que requiere el toque empático de un ser humano”, comentó. “Así que no creo que la IA me quite el trabajo. Alguien tiene que discernir entre las diferentes representaciones y, al final del día, creo que eso necesita un diseñador”.
’Es como trabajar con un artista conceptual realmente obstinado’.
Patrick Clair, de 40 años, cineasta de Sídney, comenzó a usar arte generado por IA este año como ayuda para preparar una presentación para en un estudio de cine.
Clair, que ha trabajado en programas exitosos como “Westworld”, buscaba una imagen de cierto tipo de estatua de mármol. Pero cuando buscó en Getty Images, su fuente habitual de arte conceptual, no encontró nada. En cambio, recurrió a DALL-E 2.
Clair predijo que, en lugar de remplazar a los artistas conceptuales o dejar sin trabajo a los expertos en efectos especiales de Hollywood, los generadores de imágenes de IA simplemente se convertirían en parte de las herramientas de todos los cineastas.
“Es como trabajar con un artista conceptual muy obstinado”, opinó.
“Photoshop puede hacer cosas que no puedes hacer a mano, así como una calculadora puede procesar números de una manera que no puedes en tu cerebro, pero Photoshop nunca te sorprende”, continuó. “Mientras que DALL-E te sorprende y te responde con cosas genuinamente creativas”.
’¿Y si pudiéramos mostrar el aspecto de los perros que juegan al póker?’
Durante una reciente lluvia de ideas creativas, Jason Carmel, de 49 años, ejecutivo de la agencia de publicidad de Nueva York Wunderman Thompson, se preguntó si la IA podría ayudar.
“Tuvimos tres buenas ideas y media”, dijo sobre su equipo. “Y al cuarto solo le faltaba una forma visual de describirlo”.
A un artista le habría llevado todo el día dibujar la imagen que querían, un grupo de perros que juegan al póquer, para un anuncio presentado a una empresa de medicamentos para mascotas. En cambio, le pidieron a DALL-E 2 que la generara.
“Pensamos: ¿Y si pudiéramos mostrar cómo se ven los perros que juegan al póquer?”, propuso Carmelo.
La imagen resultante no terminó en un anuncio, pero Carmel predice que la IA generativa se convertirá en parte del proceso creativo de todas las agencias de publicidad. Sin embargo, no cree que el uso de IA acelere de manera significativa el trabajo de las agencias o remplace sus departamentos de arte. Aseguró que muchas de las imágenes generadas por la IA no eran lo suficientemente buenas como para mostrárselas a los clientes, y que los usuarios no experimentados de estas aplicaciones probablemente perderían mucho tiempo tratando de formular las indicaciones correctas.
’Esta es una herramienta de dibujo.’
Sarah Drummond, diseñadora de servicios en Londres, comenzó a usar imágenes generadas por IA hace unos meses para reemplazar los bocetos en blanco y negro que hacía en su trabajo. Por lo general, eran dibujos básicos, representaciones visuales de los procesos para los que intentaba diseñar mejoras, como un grupo de clientes que hacen fila en la caja registradora de una tienda.
En lugar de pasar horas creando lo que ella llamó “dibujos de palitos” a mano, Drummond, de 36 años, ahora escribe lo que quiere en DALL-E 2 o Midjourney.
“¿Lo usaría para el resultado final? No. Contrataría a alguien para haga un diseño completo de lo que queramos lograr”, aclaró. “Pero el trabajo desechable que haces cuando eres cualquier tipo de diseñador, ya sea visual, arquitectónico, urbanista, es dibujar, dibujar y dibujar. Y entonces esta es una herramienta de dibujo”.