En 2018, ensegundos.com.pa se topó con la tumba de nuestra heroína en el olvido.
Hoy, 5 de noviembre, recordamos las valientes acciones emprendidas por hombres y mujeres colonenses en la gesta separatista de 1903. Aquellos hechos que formalmente finalizaron los lazos que nos unían con la hermana República de Colombia.
En esta oportunidad, haremos hincapié, fundamentalmente, en las acciones llevadas a cabo por una de nuestras heroínas: Aminta Meléndez.
Una mujer colonense que jugó un rol transcendental en aquella época, pero que muchos catalogan como una prócer olvidada. Pensamiento que no estaría muy alejado de la realidad.
En 2018, ensegundos.com.pa se topó con la tumba de nuestra heroína en el olvido. En un evidente deterioro, entre la maleza del Cementerio Monte Esperanza en Colón.
Una pequeña cruz, mustia y gris, dejaba ver su fecha de nacimiento y la de su muerte. Mas no había mención alguna de su papel desempeñado en 1903.
Cuatro años después, el lente del fotoperiodista Aris Rodríguez volvió a aquel camposanto donde reposan sus restos. Esta vez, para retratar, finalmente, la tumba remozada de quien fue aquella valiente mujer.
Una revitalización impulsada por el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu) que regenta Nellys Herrera, quien se siente complacida del trabajo realizado en homenaje a nuestra prócer.
“En el 2018, cuando leí su artículo, como mujer, militante y defensora de los derechos de las mujeres, reflexionamos cómo era posible que la tumba de una prócer de la historia estuviera en tal abandono”, apuntó.
Señaló que aprovechó el espacio en el que se encuentra en estos momentos para hacerle justicia a Aminta Meléndez, con el embellecimiento de su tumba.
Tal como lo ha hecho en esta ocasión, afirmó que busca rescatar todos aquellos nombres de mujeres que han aportado a la historia y al desarrollo del país y que no aparecen en los recuerdos.
Aminta Meléndez, con tan solo 17 años de edad, asumió una arriesgada misión. Fue la mujer que viajó a Panamá desde Colón para llevar el mensaje a los separatistas en la capital, en el que se les aseguraba que los soldados colombianos se habían marchado. Nuestra separación se había convertido en una realidad.
Nacida el 7 de febrero de 1886, en 1903 ayudó a coser la primera tricolor istmeña que ondeó bajo el cielo de la ciudad atlántica y ya de adulta fue la secretaria de Juan Demóstenes Arosemena.
Destacada también por su activismo social, como parte de las Damas Católicas de la Caridad y el célebre Club Interamericano de Mujeres en su ciudad natal.
Recibió, además, la Condecoración de la Orden Vasco Núñez de Balboa y un reconocimiento desde el Vaticano enviado por el Papa PÍo XII.
Aminta Meléndez murió en la ciudad de Colón el 29 de abril de 1979.
