Los países miembros del Banco Interamericano de Desarrollo tienen una semana para elegir un candidato de consenso que recupere el prestigio de este organismo, y este domingo comienza el proceso con la presentación de los cinco aspirantes, entre los que no hay, de momento, un nombre que despunte.
A puerta cerrada y en una reunión virtual, los cinco expondrán ante la Asamblea de Gobernadores -formada por los ministros de Economía y otras autoridades económicas de los 48 países miembros del banco- su proyecto para la institución, en busca de los apoyos necesarios para la elección.
La lista la conforman Ilan Goldfajn, ex gobernador del Banco Central de Brasil y hasta ahora jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI); el exministro de Hacienda y de Educación de Chile Nicolás Eyzaguirre y Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México (Banxico).
La completan la argentina Cecilia Todesca, que fue vicejefa de Gabinete y, por parte de Trinidad y Tobago Gerard Johnson, exfuncionario del BID que ahora se desempeña como consultor del Ministerio de Finanzas de Jamaica.
El candidato deberá obtener una mayoría del voto de los países miembros, cuyo poder varía según la cantidad de acciones que posee cada integrante del capital ordinario del BID. Estados Unidos tiene la mayor capacidad de voto, un 30 %, seguido de Argentina y Brasil con un 11,3 % y México, con el 7,2 %.
El ganador, que es elegido por un período de cinco años (y con posibilidad de ser reelegido una vez), debe contar también con el respaldo de al menos 15 de los 28 países de la región.
RECUPERAR EL PRESTIGIO
El estadounidense de origen cubano Mauricio Claver-Carone fue elegido en septiembre de 2020 y se convirtió en el primer no latinoamericano en ocupar el cargo. Lo hizo en medio de la polémica ya que el entonces presidente, Donald Trump, lo nominó poco antes de acabar su mandato.
Entonces, los países latinoamericanos no fueron capaces de definir un candidato conjunto, con Colombia, Brasil, Bolivia o Uruguay apoyando a EE.UU. y Argentina retirando a su candidato en el último momento, al no tener los apoyos suficientes.
Sí estuvieron de acuerdo todos en destituirlo en septiembre, después de que una investigación externa, alentada por algunos miembros del propio BID, demostrara que había mantenido una relación amorosa con una subordinada a quien subió el sueldo en varias ocasiones. Desde entonces, ha ocupado el cargo de forma interina la hondureña Reina Irene Mejía.
El elegido tendrá así la responsabilidad de restaurar la reputación de la entidad, la principal fuente de financiación para el desarrollo de América Latina y el Caribe, que ofrece préstamos, donaciones y asistencia técnica a 26 países de la región.
UN CANDIDATO DE CONSENSO
A día de hoy, ninguno de los cinco nombres suena como favorito para ocupar el cargo y América Latina vuelve a estar dividida, aunque según explicó el sábado en París el presidente argentino, Alberto Fernández, la región está negociando para lograr un candidato de consenso, para poder elegir “al mejor”.
En su opinión, la elegida debería ser Todesca, quien “es mujer, algo que el mundo también reclama”, y “tiene una mirada regional absolutamente integradora”.
La candidatura del economista brasileño Ilan Goldfajn, propuesto hace unas semanas por Jair Bolsonaro, era una de las más fuertes por su experiencia en instituciones internacionales, pero en las últimas horas ha quedado empañada por las declaraciones del exministro brasileño Guido Mantega, quien integra el proceso de transición del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva.
En una entrevista en televisión, cuestionó la candidatura de Goldfajn y afirmó que Bolsonaro intentó “dar otro golpe” al proponerlo en vísperas de las elecciones de Brasil.
Confirmó también que se había puesto en contacto con diversos países de América para solicitar el aplazamiento de la elección, una posibilidad rechazada posteriormente por el propio BID. Según aseguró un portavoz a EFE, el reglamento interno no lo contempla.
Antes de que hablara Mantega, el propio Goldfajn había asegurado en una entrevista con EFE que contaba con el apoyo de “todos” en su país, incluido el Partido de los Trabajadores de Lula y consideró que el BID necesita que lo presida un “técnico” como él, que no represente ninguna ideología o partido.