Un avión militar autónomo X-37B de la Fuerza Espacial de EE.UU. concluyó una misión durante la cual orbitó la Tierra durante 908 días para realizar experimentos y pruebas, según informaron este domingo medios especializados.
El X-37B, construido por Boeing y definido como una plataforma de pruebas, aterrizó este sábado en el Centro Espacial Kennedy de la NASA al término de su sexta misión, denominada OTV-6.
La misión duró cuatro meses más que las anteriores y tuvo como novedad que contó con un módulo de servicio, según el medio Space.com.
“Estamos orgullosos de haber podido probar esta capacidad nueva y flexible para el gobierno y sus socios de la industria”, dijo Jim Chilton, vicepresidente sénior de Boeing Space and Launch, en un comunicado.
“Desde el primer lanzamiento del X-37B en 2010, ha batido récords y ha brindado a nuestra nación una capacidad inigualable para probar e integrar rápidamente nuevas tecnologías espaciales”, dijo Chilton.
Space.com señala que el X-37B se asemeja a uno de los transbordadores espaciales que tenía la NASA, pero es de un tamaño menor (8,8 metros frente a 37 metros).
Aparentemente la Fuerza Espacial de EE.UU. posee dos vehículos X-37B, ambos provistos por Boeing y en total han realizado seis misiones orbitales desde abril de 2010.
Muchas de las actividades del X-37B están clasificadas, pero después de realizadas ha trascendido alguna información.
Esta última, por ejemplo, probó el módulo de antena de radiofrecuencia fotovoltaica del Laboratorio de Investigación Naval de EE.UU. y desplegó el satélite FalconSat-8, diseñado por cadetes en la Academia de la Fuerza Aérea de EE.UU. que lleva cinco cargas útiles experimentales propias.
OTV-6 también realizó algunos experimentos para la NASA. Uno probó cómo la radiación espacial afecta las semillas de las plantas y otro midió cómo varios materiales responden al entorno espacial.