Los analistas destacaron que el principal factor para el optimismo ha sido la publicación, el miércoles, de las actas de la reunión del banco central celebrada en noviembre, ya que indican una posible reducción en el ritmo de subida de los tipos de interés próximamente.
Wall Street anotó avances en sus tres principales indicadores al cierre de una semana festiva marcada por el Día de Acción de Gracias del jueves y la sesión reducida del viernes, y en la que ha influido la perspectiva de que la Reserva Federal pronto sea menos agresiva en su política monetaria.
Tras el toque de campana del viernes, el Dow Jones de Industriales gana un 2,39 % acumulado, hasta 34.347 puntos; el selectivo S&P 500 progresa un 2,02 %, hasta 4.026 unidades, y el índice Nasdaq asciende notablemente menos, un 0,73 %, hasta 11.226 enteros.
Los analistas destacaron que el principal factor para el optimismo ha sido la publicación, el miércoles, de las actas de la reunión del banco central celebrada en noviembre, ya que indican una posible reducción en el ritmo de subida de los tipos de interés próximamente.
Como consecuencia, el mercado de deuda pública se ha apaciguado, pasando de un máximo del 3,83 % en el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años a principios de semana hasta el 3,69 % este viernes.
Del lado negativo, Wall Street ha estado pendiente de la situación del coronavirus en China, donde los casos están aumentando significativamente y las autoridades están aplicando restricciones, cuando hace poco lo que se anticipaba era una relajación de las medidas.
Asimismo, ha estado en el punto de mira el sector de las criptomonedas tras el derrumbe de la plataforma FTX, que ha generado un efecto contagio y puesto en dificultades a otros actores hasta el punto en que Binance, la líder del mercado, se ha comprometido a aportar 1.000 millones a un fondo de ayuda.
Con la celebración del Black Friday este viernes, que supone el inicio no oficial de la temporada navideña de ventas, los inversores tienen la expectativa puesta en los datos que se conocerán la semana que viene y que supondrán un termómetro de la confianza del consumidor, lastrada por la alta inflación.