Alberto II lo señala en un artículo para www.efeverde.com de Agencia EFE en el que recuerda que la diversidad biológica mundial “se enfrenta a una crisis sin precedentes, con la perspectiva de una sexta oleada de extinción de especies”.
El príncipe Alberto II de Mónaco teme que la COP15 de Diversidad Biológica, que se celebra en Montreal (Canadá), acabe con una decepción similar a la de la COP27 del clima, por lo que plantea “una presión positiva” de todos para que en las próximas ediciones alcancen “las decisiones valientes” que el mundo necesita.
Alberto II lo señala en un artículo para www.efeverde.com de Agencia EFE en el que recuerda que la diversidad biológica mundial “se enfrenta a una crisis sin precedentes, con la perspectiva de una sexta oleada de extinción de especies”.
Pese a ello, “la humanidad sigue siendo incapaz de movilizarse en torno a un problema, cuya extrema gravedad mucha gente no percibe”, lamenta el también presidente de la fundación ambiental que lleva su nombre, en la recta final de las negociaciones de la décimo quinta cumbre del convenio sobre biodiversidad.
Plantea, además, la falta de interés mediático por la crisis de pérdida de diversidad biológica, pues mientras que la COP de Sharm el-Sheij (clima) “ha ocupado algunos titulares, la de Montreal, por desgracia, no parece interesar a casi nadie”.
En su opinión la COP27 del clima “ha sido esencialmente una decepción”, pues a pesar de “algunos avances, no ha supuesto ningún progreso en el propósito más importante en materia de protección del clima: erradicar el uso de combustibles fósiles”.
Sin embargo, sabemos que biodiversidad y clima están estrechamente vinculados y que es inútil intentar preservar uno sin proteger el otro, subraya el príncipe en EFEverde.
A falta de un compromiso suficiente de la comunidad internacional, Alberto II ve posibles otras formas de actuación, “apoyándose en particular en el dinamismo del sector privado, la movilización de las sociedades civiles y la inteligencia de la comunidad científica”.
Así es como hemos conseguido, en los últimos años, salvar varias especies amenazadas, como la foca monje, el atún rojo del Mediterráneo o el tigre de Amur, gracias a la acción combinada de ONGs, científicos, agentes económicos y algunos Estados decididos, enumera.
En esta línea, pone como ejemplo el acuerdo entre el Gobierno Monegasco, su fundación y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), para apoyar el veterano programa “Lista roja” que durante casi 60 años, ha proporcionado a responsables políticos, agentes medioambientales y el público en general, un diagnóstico preciso del estado de conservación de las especies.
La última actualización del listado, a comienzos de este diciembre, volvió a mostrar el declive de muchas especies marinas algo que, añade, nos obliga a actuar.
PROTECCIÓN DEL 30% EN 2030
Debemos hacer todo lo posible -argumenta-, cada uno a su nivel, para alcanzar el objetivo fijado por la comunidad científica: poner bajo protección el 30% de las zonas terrestres y marinas de aquí a 2030.
En su opinión todos debemos actuar, “para que juntos podamos inventar una forma de reconciliar a la humanidad y la naturaleza”, cuyo equilibrio está ahora en grave peligro.
Esta es, al día de hoy, la forma más eficaz de ejercer una presión positiva para preservar la biodiversidad mundial, luchar contra el cambio climático y compensar las decepciones de las últimas conferencias ambientales, ya que aunque se necesitan acuerdos multilaterales ambiciosos, estos no son suficientes, indica.
El análisis completo del príncipe Alberto II de Mónaco está disponible para lectura y descarga en www.efeverde.com de la Agencia EFE.