Las diferencias sobre financiación siguen impidiendo el consenso en la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad COP15 a falta de 48 horas para que concluya la reunión aunque este sábado, el presidente de las negociaciones, el chino Huang Rinqiu, se mostró confiado en que se llegará a un acuerdo.
Huang ofreció una valoración optimista de las negociaciones poco después de la conclusión este sábado en Montreal del segmento ministerial de COP15 y horas antes de que la conferencia que negocia un Marco Global de Biodiversidad (MGB) para preservar la naturaleza del mundo termine el 19 de diciembre.
Pero activistas y organizaciones medioambientales presentes en la conferencia de Montreal rebajaron el optimismo de Huang y resaltaron que uno de los principales puntos de conflicto, la asignación de recursos para financiar la biodiversidad así como su implementación, sigue sin solucionarse.
Representantes de la ONG World Wildlife Fund (WWF) criticaron la posición de los países desarrollados y dijeron que si la conferencia de Montreal termina el lunes sin consenso, o un acuerdo de mínimos, será un fracaso del que la naturaleza no se podrá recuperar.
“A menudo oímos a los líderes, incluidos los que están aquí en las negociaciones, que la naturaleza es un seguro de vida. Lo he oído bastante. Y sin embargo, esos mismos líderes no parecen encontrar el dinero para pagar (ese seguro de vida)”, afirmó Florian Titze, de WWF Alemania, en una rueda de prensa en Montreal.
La falta de acuerdo entre donantes y países en desarrollo se centra en la cuantía de los recursos financieros que se destinarán a la preservación de la biodiversidad así como en los mecanismos por lo que los fondos serían entregados a los países destinatarios.
Lo que ha trascendido es que sobre la mesa hay tres propuestas con respecto a la financiación. La opción preferida por los países desarrollados es utilizar la actual arquitectura financiera internacional, el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF por sus siglas en inglés), que se estableció en 1991.
Las otras dos opciones que se discuten es establecer una estructura dependiente, pero separada, de GEF o la creación de un fondo totalmente nuevo, que es la opción preferida por algunos países en desarrollo.
Hoy, 11 países donantes, entre ellos España, así como la Unión Europea (UE), emitieron un comunicado en el que insistieron en que GEF tiene que ser el mecanismo para financiar los objetivos del Marco Global de Biodiversidad.
Pero poco después de que los países desarrollados presionasen de forma pública para utilizar GEF, Shahab Uddin, ministro de Medio Ambiente de Bangladesh, afirmó que MGB debería establecer un fondo global para la biodiversidad y que “las fuentes multilaterales que existen en la actualidad no pueden responder a las necesidades”.
Uddin también reconoció a EFE que la postura de Bangladesh, una de las naciones más pobres del mundo, en favor de la creación de un fondo independiente de GEF no era mayoritaria “todavía” entre los países desarrollados.
La cuantía de los recursos es igualmente una fuente de desacuerdo, con cifras que van de 10.000 millones de dólares al año ofrecidos por los donantes a 100.000 millones de dólares exigidos por los países en desarrollo.
Fiel a su papel de intermediario y facilitador de las negociaciones, el anfitrión de la conferencia de Montreal, el ministro de Medio Ambiente de Canadá, Steven Guilbeault, prefirió centrarse en los avances realizados en otros aspectos del texto desde que la cumbre se inició el 7 de diciembre.
“Consenso es posible. Podemos llegar a acuerdos en los puntos que quedan por resolver. Lo hicimos en París y los podemos hacer aquí en Montreal”, dijo Guilbeault durante la rueda de prensa de la presidencia de la conferencia.