20 de diciembre duelo nacional

20 de diciembre duelo nacional
El autor es licenciado en Contabilidad, CPA, posee MSc y es ciudadano toleaño. Foto, cortesía.

Que el día sirva para reflexionar sobre lo ocurrido y a qué se debió, no creo que ya sea necesario saber quiénes son culpables. Todos somos responsables de lo que ocurre en el país.

El telefono fijo sonó.  Aún faltaban minutos para la media noche.  Escuchaste, fue lo único que me dijo el interlocutor. No era extraño una llamada a mi teléfono, más en la noche. Habia regresado de una actividad en el Obispado de David. Todos salimos del lugar muy rápidamente.  Los comentarios sobre las decisiones que, en días previos, anunciaban las Fuerzas de Defensa del pais, así lo ponían de manifiesto. Una nación entera a la expectativa.

Desde mi reducido cuarto que rentaba, escuché a lo lejos un ruido muy fuerte.  Una segunda llamada me dijo: llegó la invasión, acaban de lanzar bombas en el Aeropuerto de David.

De alli en adelante todo es tema conocido.  Lo que creo que no hemos conocido ni aprendido, es que no hemos logrado ningún cambio, como aprendizaje de qué y porqué se dio la invasión. Esta lección parece estar pendiente de aprobación.

A los 33 años de aquellos sucesos, este año la discusión se centra en que se da un día de duelo nacional y feriado.  Para efectos laborales de la empresa privada, será necesario el pago de jornadas adicionales de salarios para los que laboren ese día.

Tambien feriado para las instituciones públicas en su mayoría. No sé qué será más costoso, si este día de asueto en el calendario nacional o evitar volver a vivir una tragedia como los acontecimientos de diciembre de 1989 y los procesos dictatoriales que se dieron previo a ello.

Que el día sirva para reflexionar sobre lo ocurrido y a qué se debió, no creo que ya sea necesario saber quiénes son culpables. Todos somos responsables de lo que ocurre en el país.

Elevar una oración por quienes perdieron la vida en ese doloroso proceso, panameños que, a lo mejor, no hemos terminado de contar, ni identificar. Los desaparecidos en la invasión.

Elevar una oración también por los muertos, desaparecidos y quizás queden sin identificar y contar que sufrieron los rigores de la dictadura. Ya sea con su vida y su libertad; con sus bienes y derechos legítimos, en la forma que haya sido, pero, en fin, derechos conculcados.

Elevar una oración para que “Nunca Jamás”, un acontecimiento como los dados en el país y que desencadenaron en una invasión, vuelvan a ocurrir.

Que el día sirva para que entendamos que jamás podemos enterrar la libertad, la democracia, ni la justicia; que no podemos perder el rumbo del país. Que todos los panameños busquemos en el bien común la forma de convivir. Que, aunque nuestra democracia sea imperfecta, logremos perfeccionarla y defenderla. Que la justicia sea la dimensión que contribuya a guiar la nación.

Desde el infinito aquel en donde se encuentren las almas de los muertos durante la dictadura y la invasión, desde aquellas almas aguerridas por sus luchas de libertad, democracia y justicia brinden una oración para que este pais logre los senderos de superación e integración y que los familiares de quienes hoy día no saben dónde están sus seres queridos, encuentren el consuelo y que la ofrenda de la vida de quienes hayan estado a favor de un hecho real e histórico o en contra de este, por sus creencias ofrendaron la vida, encuentren la paz.  “Nunca Jamás…”.

 

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