El organismo internacional divulgó prevé que los precios de los alimentos disminuirán 6 % para el 2023 y que tenderán a estabilizarse en 2024.
De acuerdo con las estadísticas del Índice de Precios al Consumidor (IPC), los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) experimentaron en octubre de 2022 una inflación promedio de 8.3 %, la cual supera la reportada en octubre de 2021, que fue de 4.7 %. Es importante destacar que la inflación de alimentos, 13.9 %, y la de los bienes y servicios del transporte, 9.9 %, registran valores superiores a la inflación general.
El valor promedio de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) de los países del SICA creció en 17.0 % en octubre de 2022, superando la tasa de inflación de los alimentos en el IPC (13.9 %). El crecimiento de los precios de la CBA en los países del SICA repercutirá en el aumento de la desigualdad y la pobreza extrema y general en 2022 y, por tanto, en uno de los factores determinantes de la inseguridad alimentaria y nutricional.
Por su parte, el Índice de Precios de los Alimentos que publica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en noviembre de 2022 experimentó una reducción marginal de 0.1 %, que prácticamente mantiene constante el nivel de precios: los aumentos en los precios de los aceites vegetales y el azúcar fueron compensados por descensos en los precios de los cereales, productos lácteos y la carne.
Aunque los precios de los alimentos se están corrigiendo a la baja luego del incremento histórico experimentado en marzo de 2022, se consideran aún altos (15. 9 % entre enero y noviembre de 2022, respecto a igual período de 2021), y representan un factor de amenaza a la seguridad alimentaria y nutricional, particularmente de las poblaciones vulnerables de los países de bajos ingresos.
La reducción de los precios de los cereales (-1.3 %) reportada por la FAO en noviembre de 2022, se vio favorecida por el anuncio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de fecha 17 de noviembre, sobre la renovación por 120 días de la Iniciativa de Granos del Mar Negro, lograda por las partes implicadas: Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU. Esta iniciativa se firmó por primera vez el 22 de julio de 2022, permitiendo la creación de un corredor humanitario en el mar Negro que facilitó la salida de 11.1 millones de toneladas métricas de cereales ucranianos, junto con otros productos alimentarios y fertilizantes.
Para el 2023 se prevé que los precios de los alimentos disminuirán 6 % y que tenderán a estabilizarse en 2024; no obstante, los mercados mundiales de alimentos se mantendrán expuestos a la incertidumbre de las exportaciones de Rusia y Ucrania y a la volatilidad de los precios de la energía, principalmente petróleo y gas natural. Los aumentos de la inflación y de las tasas de interés añaden riesgos al alza de los precios de los alimentos y fertilizantes; así como también los fenómenos meteorológicos que pueden afectar reduciendo la producción agrícola.