La Cámara Baja de Estados Unidos decidió aplazar hasta las doce del mediodía de mañana (17.00 GMT) la votación para elegir a su nuevo presidente, después de que el líder de los republicanos, Kevin McCarthy, fracasara en tres votaciones sucesivas, la primera vez en un siglo que esto sucede.
McCarthy ya había avisado la mañana de este martes que no contaba con los apoyos suficientes, y prometió luchar hasta el final para conseguir la presidencia de la cámara, bajo control de los republicanos tras las elecciones de noviembre.
Con 202 votos, el líder de la bancada republicana no logró en la tercera votación los 218 apoyos necesarios para sustituir a la demócrata Nancy Pelosi. De hecho, recibió un voto menos que en la segunda.
Y es que 20 republicanos díscolos votaron por el congresista Jim Jordan, de Ohio, que momentos antes había pedido el voto para McCarthy.
El candidato de la minoría demócrata, Hakeem Jeffries, de Nueva York, obtuvo los 212 votos de su formación política.
De esta manera, el ala más derechista del Partido Republicano, agrupada en el llamado Freedom Caucus, mantiene bloqueada la elección del nuevo líder de la Cámara de Representantes, institución que no puede echar a andar hasta que un nuevo presidente sea elegido.
El reglamento no contempla otra alternativa a que se sigan repitiendo las votaciones hasta que alguien logre la mayoría necesaria.
Es la primera vez desde 1923, hace exactamente un siglo, que la Cámara Baja no logra nombrar a su presidente en una primera votación.
Los congresistas ultraconservadores reprochan a McCarthy no haber negociado con ellos una reforma del reglamento de los debates ni los nombres para liderar los comités del Congreso en la nueva legislatura.
El líder de la Cámara Baja es la tercera autoridad de Estados Unidos, después del presidente, Joe Biden, y de la vicepresidenta, Kamala Harris, quien también preside el Senado.
Aunque los republicanos ganaron las elecciones a la Cámara de Representantes del 8 de noviembre pasado y podrán complicar las cosas a Biden, la victoria de los conservadores fue mucho menor de la que muchos preveían.
Además, los demócratas no solo consiguieron retener la mayoría en el Senado, sino que ganaron un nuevo escaño.
Los republicanos moderados culpan del insuficiente desempeño electoral a la influencia del expresidente Donald Trump (2017-2021) en los comicios, mientras que el ala dura lo atribuye a la campaña diseñada por McCarthy.