Los jóvenes y los estudiantes han sido clave en enarbolar luchas nacionales, ahora les corresponde a los dirigentes de una sociedad civil, que se pongan de acuerdo en los temas nacionales y contribuyan a desarrollar el país para todos.
Hoy se cumplen 59 años del acontecimiento que de una manera u otra hizo que se perfeccionara la unidad nacional. El país necesita un objetivo común para consolidar sus deseos y propósitos de nación.
Fue a través de la iniciativa de jóvenes estudiantes, que su deseo nacionalista y pertinencia les hacía vibrar su condicion panameña.
En ese momento la naciente república cruzaba apenas 60 años de vida republicana, ya se enfrentaba a un ideal. Fue entonces como se da inicio a buscar y lograr el objetivo.
No es el único objetivo que como nación se ha establecido para lograr la unidad nacional, sin demeritar estos sucesos o aquellos, los panameños parece que nos hemos quedado sin objetivos.
Hacia finales de los años 80, buscamos la unidad nacional, y hechos como los ocurridos con la decapitación del médico guerrillero, Hugo Espadafora, fueron moldeando esa condicion de unidad nacional.
¿Qué requerimos los panameños hoy para lograr la unidad nacional y desde esa, buscar las soluciones para el país? ¿Será que no hemos logrado escribir un nuevo contrato llamado Panamá? No hemos determinado cuáles son las prioridades que, incluso, desde los gremios y sociedad civil no se logran unificar.
Qué es lo primero, por dónde empezar, es también otra realidad. El país no se merece la educación que tenemos. El bienestar de los habitantes, no podemos seguir con ciudadanos que sus lugares de viviendas son humillantes, sin servicios básicos, como agua, luz y qué decir del teléfono, la internet, en fin, la comunicación.
Empleos dignos y remuneración adecuada. Condición esencial para iniciar la riqueza nacional. Y así mismo, la salud. La calidad del servicio público, ya sea de instituciones centralizadas, municipales o comunales. Así como una adecuada, correcta y objetiva Administración de Justicia.
Los jóvenes y los estudiantes han sido clave en enarbolar luchas nacionales, ahora les corresponde a los dirigentes de una sociedad civil, que se pongan de acuerdo en los temas nacionales y contribuyan a desarrollar el país para todos.
La gesta patriótica del 9 de enero dio pie a una batalla larga y concreta: la soberanía en todo el territorio nacional. Pero aun faltan otras soberanías muy específicas, como lograr la soberanía en la educación, en lo económico, en la integración de los panameños al desarrollo nacional y así buscar el crecimiento y superación de cada uno de los conciudadanos.
Panamá es uno de los países más globalizados, comunica al mundo pone a disposición la riqueza natural y la posicion geográfica para ayudar a otros países, pero no aprovecha las ventajas competitivas y comparativas. Es más, como país hay dificultades para la comunicación, no únicamente en las vías como caminos y carreteras, sino la infraestructura, la brecha digital y otras.
Al recordar este acontecimiento que marcó etapas importantes en la vida panameña y provocó un giro diferente en torno a esa vía acuática y su manejo por el Estado panameño, inmortalizamos a esos jóvenes, que, en el inicio de una vida productiva, la dieron como supremo sacrificio por el bienestar del país.
Allá en el cielo institutor donde se encuentren, recibirán las plegarias de quienes desde esta bella tierra aun abrigamos la esperanza de que haya unidad nacional y así como la llama eterna dedicada a los mártires, custodiada por las 21 columnas en su honor, brille también la luz eterna a quienes ofrendaron la vida por la unidad nacional.