La Unesco declara Patrimonio Mundial en Peligro lugares en Yemen y Líbano

La Unesco declara Patrimonio Mundial en Peligro lugares en Yemen y Líbano
Varias personas visitan los restos del Palacio de la Reina de Saba en Marib (Yemen) el 5 de agosto de 2018. EFE/ Yahya Arhab.

La lista de Patrimonio Mundial en Peligro incluye bienes culturales que se consideran amenazados por peligros graves, como la amenaza de desaparición debida a un deterioro acelerado, catástrofes naturales, conflictos armados, abandono o proyectos de grandes obras urbanísticas, entre otros.

La Unesco aprobó este miércoles la inclusión en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro de la Feria Internacional Rachid Karami del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer (Líbano) y los principales monumentos del antiguo reino de Saba (Yemen).

Una decisión similar del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco sobre el casco histórico de la ciudad ucraniana de Odesa fue aplazada hasta la tarde tras un intenso y complejo debate, en el que Rusia se opuso firmemente a la propuesta y la intentó frenar y retrasar con diversas mociones.

La reunión del comité, que comenzó el martes, examinó las tres candidaturas por un procedimiento de urgencia, que se emplea para sitios de interés excepcional que se consideran amenazados.

Entre otros motivos, Rusia se opuso a la inclusión de Odesa por la supuesta falta de rigor científico en el contenido de la propuesta, un texto al que la embajadora rusa incluso acusó de tener fragmentos pegados del portal Wikipedia.

La Unesco había recibido oficialmente en octubre pasado, formalizada por el presidente Volodímir Zelenski, la candidatura del centro histórico de Odesa a Patrimonio de la Humanidad.

“El centro de la ciudad portuaria de Odesa, crisol de comercio y migración, se ha ido construyendo a través de múltiples influencias. Tiene un patrimonio y una historia que resuenan en todo el mundo y constituyen un símbolo poderoso”, había apuntado entonces Audrey Azoulay, directora general de la agencia de la ONU para la Ciencia, Cultura y la Educación (Unesco).

En cuanto a la Feria Internacional Rachid Karameh, ubicada en la ciudad libanesa de Trípoli, el comité utilizó el procedimiento de emergencia para inscribir el sitio como patrimonio en peligro debido a su alarmante estado de conservación, a la falta de recursos financieros para su cuidado y al riesgo latente de proyectos de desarrollo que podrían socavar la integridad del complejo.

Situada en el norte del Líbano, esta construcción fue concebida por el arquitecto brasileño Óscar Niemeyer, en un terreno de 70 hectáreas situado entre el centro histórico de Trípoli y el puerto de Al Mina. Fue proyecto faro de la política de modernización emprendida por ese país en la década de 1960.

El edificio principal está formado por un inmenso pabellón en forma de bumerán de 750 metros de largo y 70 metros de ancho en el que varios países podían instalar libremente sus espacios de exposición.

Los monumentos del antiguo reino de Saba, por su parte, comprenden siete sitios arqueológicos que atestiguan sus logros arquitectónicos, estéticos y tecnológicos desde el primer milenio antes de nuestra era hasta la llegada del Islam.

Su inscripción por el procedimiento de emergencia se debió a las amenazas de destrucción relacionadas con el actual conflicto civil en Yemen.

La lista de Patrimonio Mundial en Peligro incluye bienes culturales que se consideran amenazados por peligros graves, como la amenaza de desaparición debida a un deterioro acelerado, catástrofes naturales, conflictos armados, abandono o proyectos de grandes obras urbanísticas, entre otros.

La inscripción en esta categoría permite al Comité del Patrimonio Mundial asignar inmediatamente asistencia de emergencia al bien amenazado, con cargo al Fondo del Patrimonio Mundial de la Unesco.

En términos legales, implica el establecimiento de una zona de protección ampliada en virtud de la Convención de la Unesco para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972, de la que son signatarios tanto Ucrania como Rusia.

Los Estados partes deben, en este sentido, colaborar en la protección de los lugares incluidos en la lista y están obligados a no adoptar ninguna medida deliberada que pueda dañar directa o indirectamente este patrimonio.

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