“Echo de menos la vida normal, la vida de estudiante. Caminar por las calles, poder ir a una tienda”, añadió hoy la princesa, que subrayó su esperanza de que cambie pronto su situación de seguridad y recupere su libertad de movimiento.
Amalia, la princesa heredera al trono de Países Bajos, admitió este viernes por primera vez que “todavía” lo está pasando “muy mal” tras haber visto reforzada su seguridad y limitada su libertad de movimiento desde el pasado verano por las amenazas recibidas del crimen organizado.
“Voy a ser muy honesta, todavía estoy pasando por un momento muy difícil, pero espero que esto cambie pronto”, reconoció la joven de 19 años durante su último día de visita a la parte caribeña del Reino de los Países Bajos, adonde acudió junto a sus padres, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima, quienes la introdujeron por primera vez a las islas neerlandesas.
Es la primera vez que Amalia se pronuncia en público sobre su situación, desde que el pasado verano las autoridades hayan reforzado su seguridad y la del primer ministro Mark Rutte, por temores a que sean objetivo del crimen organizado, después de que sus nombres aparecieran en mensajes interceptados por la policía insinuando un posible secuestro o ataque.
Esto ha llevado a la joven a cancelar su mudanza a su piso de estudiante en Ámsterdam, donde empezó en septiembre su carrera en Política, Psicología, Derecho y Economía, y renunció así a llevar una vida universitaria como la de sus compañeros, para volver a vivir con sus padres en La Haya y salir solo para acudir a clase.
Amalia explicó que había “empezado sus días de estudiante pensando que haría cosas de estudiante”, pero “la realidad, desgraciadamente, fue todo menos eso”.
“Echo de menos la vida normal, la vida de estudiante. Caminar por las calles, poder ir a una tienda”, añadió hoy la princesa, que subrayó su esperanza de que cambie pronto su situación de seguridad y recupere su libertad de movimiento.
Pero la joven ha recuperado un poco su libertad de movimiento durante el viaje con sus padres por las islas caribeñas y aseguró haber “pasado un tiempo maravilloso” y agradeció “todo el apoyo recibido” desde que se conoció que era objetivo del crimen organizado.
Desde que cumpliera 18 años en diciembre de 2021, Amalia trata de involucrarse cada vez más en las instituciones nacionales, por ello, a finales de enero, inició una visita introductoria a la parte caribeña de Países Bajos, y se sumó a un viaje de los reyes por Aruba, Curaçao, Sint Maarten, Bonaire, Sint Eustatius y Saba.
La visita estuvo influenciada por el debate sobre el pasado de la esclavitud, puesto que Rutte pidió perdón el pasado diciembre a los descendientes de personas esclavizadas por el papel de Países Bajos en la trata de esclavos: “La esclavitud fue un crimen de lesa humanidad” y “pido disculpas en nombre del Gobierno” por el rol del Estado neerlandés, dijo Rutte.