La montaña se tragó el sueño

La montaña se tragó el sueño
El autor es licenciado en Contabilidad, CPA, posee MSc y es ciudadano toleaño. Foto, archivos.

Los países de origen de los migrantes deben contribuir, desde sus acciones muy particulares a resolver esos mismos problemas. Los ciudadanos huyen de esa tragedia que es no tener esperanza en un mejor futuro, pero una montaña les tragó el sueño. 

El día 3 de octubre de 2022, esta columna: EnSegundos.com.pa – El Tapón del Darién o la ruta de la muerte https://ensegundos.com.pa/2022/10/03/el-tapon-del-darien-o-la-ruta-de-la-muerte/

La fría madrugada de una de las comunidades donde viven muchos pobres, pero una de las regiones más ricas del área, se despertaba con el ruido de las sirenas, este agudo ruido, no era extraño para los moradores; por la naturaleza de la vía, es común. No así, tan intenso, seguido y constante.

Avanzadas las horas de la mañana, se conocía poco a poco la tragedia de un grupo de migrantes que la montaña se tragó el sueño.

Todos los países han recibido migrantes, y estos han contribuido al desarrollo de cada país. La migración está intrínsecamente unida a la libertad. Por lo que somos libres por naturaleza. Lo que no podemos es permitir la migración irregular, máxime cuando esta puede ya estar catalogada un crimen.

Gualaca es una de las comunidades en donde hay gente muy pobre y se vive la pobreza, es la región que ilumina a todo un país y que la generación de energía eléctrica alumbra a otros países, pero muchos pobladores no tienen energía eléctrica, solo ven pasar los cables del tendido eléctrico y hoy son mudos testigos de la tragedia migratoria en donde la montaña se tragó el sueño…

Ese grito que no se escuchó. Un testigo dijo: “no había ruido”, “nadie lloró en el accidente”, porque la montaña se tragó el sueño, por lo que se hace oportuno desde esta región lanzar ese grito que no dieron quienes fueron capturados por la montaña, ni aquellos que la tragedia enmudeció, para que todos esos países de donde provienen los migrantes, entiendan, de una vez por todas, que nadie se va de su país si tiene bienestar, somos libres por naturaleza, buscamos mejores días; tenemos sueños.

El sueño no puede quedar en una montaña… por lo que la tragedia de Gualaca debe hacer un llamado de atención al mundo libre y que se busquen mejores días para estos países y, sobre todo, dejar de lado la inestabilidad política, social y económica. América es rica y debe dar oportunidad a todos para un mundo mejor. La montaña se tragó el sueño

Hay que investigar la industria ilícita detrás de esta migración irregular.  Panamá solo no puede resolver este embate migratorio, por lo que va a requerir ayuda internacional. Son problemas económicos, sociales y políticos, que la comunidad internacional debe contribuir a encontrar alternativas de solución. Los países de origen de los migrantes deben contribuir, desde sus acciones muy particulares a resolver esos mismos problemas. Los ciudadanos huyen de esa tragedia que es no tener esperanza en un mejor futuro, pero una montaña les tragó el sueño.

En cifras redondas, en el último año pasaron unos 200 mil migrantes por la selva del Darién a la frontera tico-panameña.  Algunos medios indican un costo de entre 500 y mil balboas por cruzar la selva, cada uno, de ser así en un promedio de 750 dólares, esta industria generó unos 150 millones de balboas en un año.

Asi mismo, ese trayecto nacional de cruzar el istmo panameño, a razón de 40. balboas cada migrante, en trasporte, produce 8 millones de balboas y parece que los costos de traslados y comidas entre la frontera tico-panameña y tico-nicaragüense no son tan distintos, por lo que dicha migración irregular debe ser investigada. No podemos jugar con la esperanza de la gente, más cuando La montaña se tragó el sueño.

 

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