Ocean Conservancy & Global Ghost Gear Initiative junto a la ARAP realizan jornada de extracción de redes fantasmas

Ocean Conservancy & Global Ghost Gear Initiative junto a la ARAP realizan jornada de extracción de redes fantasmas
La pérdida de equipo de pesca en cuerpos de agua como los océanos, también conocido como aparejos o redes fantasmas, es una de las formas más prevalentes de contaminación plástica en los océanos. Foto/ ARAP.

En Panamá la pesca fantasma causa alteraciones en los ecosistemas marinos, sus componentes, funciones y servicios.

El Gobierno de Panamá, a través de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) apoyados por la ONG Global Ghost Gear Initiative (GGGI) y Ocean Conservancy, llevó a cabo este sábado 4 de marzo una jornada de extracción de redes fantasmas con un equipo de ocho buzos de la institución gubernamental y  dos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en el sur de isla Taboguilla, con la participación de los pescadores artesanales de La Boca y Taboguilla, quienes hacen el trabajo de identificar las redes fantasmas previo al inicio de las giras.

La extracción de redes fantasmas estuvo liderada por la administradora general de la ARAP, Flor Torrijos y la especialista en políticas  de Global Ghost Gear Initiative, Hannah Pragnell-Raasch y su gerente de comunicaciones, Roya Hegdahl, así como colaboradores de la Dirección General de Ordenación y Manejo Integral de la ARAP.

Hannah Pragnell Raasch indico que nuestros océanos están saturados de redes fantasmas, por eso nació Global Ghost Gear Initiative como la primera organización dedicada exclusivamente en enfrentar y buscar soluciones a las redes fantasmas en grande escala, que es un problema que afecta el ecosistema marino. “Panamá a través de la Autoridad de los Recursos Acuáticos viene trabajando con nosotros desde el 2017 en la mitigación del daño causado por las mismas.

En el marco del Our Ocean 2023, se firmó un nuevo memorándum de entendimiento con la ARAP , que tiene como objetivo abarcar no sólo la mitigación, sino un manejo integral de la problemática.

Torrijos indico, “estamos optimistas con el nuevo acuerdo firmado entre la institución y GGGI &  Ocean Conservancy, ya que tendremos el apoyo logístico para trabajar en un Plan de Manejo que nos permitirá tomar acciones concretas para reducir la llegada de más redes fantasmas al mar. Dentro del Plan estaremos realizando primero una gira de extracción y capacitación en el Archipíelago de las Perlas identificado por los científicos como lugar prioritario, seguido de otras areas en la Bahía de Panamá”.

“Estaremos trabajando en el marcado de las redes y limitando el número de trasmallos por embarcación según nos indique la ciencia y las comunidades pesqueras. Podemos indicar que hemos iniciado con la Asociación de Pescadores en Herrera, quienes han propuesto un esquema de auto regulación que nos lleve a la explotación sostenible de los recursos que se encuentran en el area, porque la sobre dimensión de este arte de pesca no permite llegar a una sostenibilidad y es bien reconocido que estamos utilizando más artes de pesca de lo que el recurso permite”, indicó.

La coordinadora del Programa de Extracción de Redes Fantasmas y bióloga de la ARAP, Inés González manifestó que una gran cantidad de redes fantasmas se encuentran en nuestros océanos y éstas causan gran daño a los ecosistemas marinos, a las especies de importancia comercial y a los fondos blandos como corales y muchas otras especies que se encuentran en nuestros océanos.

Expresó que estas redes fantasmas al caer o quedar enredadas comienzan a atrapar peces y se produce una cadena en la que siguen cayendo especies y afectan los océanos.

Las redes fantasmas que fueron extraídas evidenciaron que venían con algas y aunque no se puede definir el tiempo exacto que estuvieron bajo el agua, pero entre las ya encontradas hay algunas que tienen años de estar reposando enredadas en el fondo marino.

La pérdida de equipo de pesca en cuerpos de agua como los océanos, también conocido como aparejos o redes fantasmas, es una de las formas más prevalentes de contaminación plástica en los océanos: las investigaciones científicas indican que los aparejos de pesca fantasma representan hasta 70 % de los macroplásticos flotantes en los vórtices oceánicos y se les puede atribuir una disminución del 30 % de algunas poblaciones de peces a estas redes fantasmas.

En Panamá la pesca fantasma causa alteraciones en los ecosistemas marinos, sus componentes, funciones y servicios. Los aparejos de pesca fantasmas de plástico se desintegran en microplásticos marinos, causando un efecto tóxico en la cadena alimentaria ya que las partículas de plástico son ingeridas por los peces que posteriormente consumen los humanos, afectando de forma directa la viabilidad del sector pesquero como fuente de ingresos y alimento.

La Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), desde el año 2009 está contribuyendo con la recuperación de los mares, no solo a través de la recolecta de basura en las playas, sino también a través de la limpieza y extracción de redes fantasmas por medio del Proyecto de Metodologías para la Extracción de Redes Fantasmas. Desde inicios del proyecto hasta la fecha se han podido retirar de las aguas panameñas alrededor de 5,000 kg de redes fantasmas.

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