Lo anterior se sustenta con las cifras de los activos que alcanzaron alrededor de USD 140,000 millones, de los cuales USD 83,341 millones corresponden a créditos. Por su parte, la cartera de crédito indica un crecimiento de USD 8,886 millones o un 12%.
El superintendente de Bancos, Amauri A. Castillo, durante la presentación de los resultados correspondientes al cierre de diciembre de 2022, anunció que el Centro Bancario Internacional (CBI) recuperó su comportamiento habitual en el 2022, en cuanto a activos, volúmenes de intermediación financiera y rentabilidad.
Lo anterior se sustenta con las cifras de los activos que alcanzaron alrededor de USD 140,000 millones, de los cuales USD 83,341 millones corresponden a créditos. Por su parte, la cartera de crédito indica un crecimiento de USD 8,886 millones o un 12%.
El evento, denominado “Sistema Bancario panameño: motor de la sostenibilidad y el crecimiento de la economía”, se ha convertido en un encuentro icónico de la Superintendencia de Bancos y este año cobra especial importancia dada la celebración de su vigesimoquinto aniversario.
Durante el informe, se reveló que los desembolsos de mayor relevancia en el balance son los préstamos locales, con un 68% del total de las operaciones crediticias. Por su parte, los préstamos extranjeros han crecido en promedio 24.7%, en los últimos meses, destacándose el financiamiento corporativo en países como Colombia, Costa Rica, Guatemala y Brasil.
Dentro del total de la cartera local, el segmento destinado a hogares concentra el 53% del total, siendo el financiamiento para vivienda uno de los segmentos más importantes, registrando un saldo de USD 18,263 millones, enfocado en las viviendas de tipo preferencial como no preferencial. Asimismo, los préstamos corporativos muestran una recuperación en las actividades de comercio, servicios, industria manufacturera, el sector primario, actividades extractivas, mientras que, el sector construcción refleja una reducción interanual de 4%.
En tanto, los préstamos corporativos representan un eje muy importante, ya que impulsan el crecimiento de las empresas; dicha cartera representa el 41%. Esta distribución sectorial se ve con cautela, ya que los financiamientos al sector corporativo deberían ser superiores a los créditos de los hogares, debido al impacto que tienen los financiamientos destinados al sector productivo nacional.
En cuanto a los desembolsos de créditos nuevos, han crecido en forma positiva por encima del 30% al alcanzar un saldo total de USD 23,134 millones, es decir, unos USD 6,294 millones adicionales, con respecto al año anterior, cuando sumaron USD 16,840 millones, sin embargo, aún no alcanzan los niveles registrados en 2019.
Con relación a la calidad de la cartera, el CBI registró un índice de incumplimiento crediticio de 3.9% en promedio y en lo que corresponde al componente local es de 5.3%, desempeño que se cataloga como adecuado, desde la perspectiva de un entorno de recuperación, luego de niveles elevados de morosidad, tras una pandemia que afectó el desempeño económico del país y donde la situación habría sido más complicada sin las medidas regulatorias para salvaguardar la estabilidad financiera.
El superintendente Castillo indicó que “estamos regresando a la normalidad y ello se aprecia en que los saldos están convergiendo al Acuerdo 4-2013. Es razonable que la ratio de mora se comporte de esta manera, donde existen sectores productivos que todavía mantienen niveles de morosidad elevados, superiores al 7%, mientras tanto, contrapuesto a este comportamiento, observamos que sectores, como la industria, cuentan con una ratio muy positiva del 1.53%, propio del manejo operativo del sector”.
Se informó que, la cartera de depósitos mantuvo un leve crecimiento, aun cuando los depósitos locales descendieron ligeramente en un 0.8%, lo que contrasta con lo ocurrido en el 2020 y en menor medida en el 2021, cuando se produjo una expansión del depósito local. Esta desaceleración, ocurrida en el año 2022, se asoció con un mayor acceso a otras fuentes de financiamientos (créditos y emisiones) reflejado en el crecimiento de los volúmenes en las obligaciones financieras, por el orden de 27%.
Los índices de rentabilidad del CBI fueron positivos, al darse un crecimiento en las utilidades por encima de los niveles prepandemia, de alrededor de 45%, sustentado por la gestión eficiente de los activos y pasivos. Sin embargo, será un reto conservar la sostenibilidad de las principales fuentes de rendimiento en el tiempo, ya que el incremento de las tasas pondrá presión en el margen financiero, producto del incremento en el costo de fondos.
Al cierre del año 2022, el índice de adecuación de capital del Sistema Bancario Nacional registró un 15.34%, manteniéndose sólido y holgado respecto al mínimo, al igual que el índice de liquidez que se ubicó en 57%. Ambos indicadores se sustentan en una adecuada gestión de riesgos, donde el CBI mantiene una posición sólida y de resiliencia.
Dado el liderazgo que mantiene la Superintendencia de Bancos, como promotor de la cultura financiera en el país, este año el evento incluyó el panel Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF): Oportunidades y desafíos para Panamá, en el que participaron panelistas internacionales.
El evento contó con la asistencia de autoridades de gobierno, importantes figuras de la industria bancaria y financiera, organismos de regulación y supervisión, instituciones multilaterales, agencias calificadoras de riesgo, miembros del servicio exterior, medios de comunicación, entre otros.