Desde aquí lanzamos una plegaria al supremo dador de la vida para que el pueblo, la dirigencia, los pastores, los mandatarios, en Nicaragua, encuentren la paz y se logre enrumbar la nación centroamericana por senderos propios de modernidad y equilibrio.
El hermano pais de Nicaragua, sufre en estos momentos los avatares de la política criolla latinoamericana, luego de años de inestabilidad social, política, económica y demós, logró una estabilidad, dejando atrás una gran cantidad de muertes, heridos, lisiados, expatriados, familias divididas y que más decir.
Ya en la época democrática, las cosas se salen de rumbo y hoy viven una pesadilla, marcada por gobiernos dictatoriales sesgados a la izquierda, que prometen sacar a la población de las penumbras y ocurre todo lo contario.
Encarcelar, dirigentes empresariales, cívicos, estudiantiles, de la sociedad civil, pero, sobre todo, el encarcelamiento de miembros de la Iglesia Católica, ya se convierte en actos que atentan contra la humanidad. Eliminar ONG de toda naturaleza, como también abolir organizaciones empresariales; pero aun es más dificil, despojar a grupos de ciudadanos que no comulgan con sus ideas, de la nacionalidad nicaragüense. Convertir a hombres y mujeres en apátridas, y quitarles lo más propio del ser humano, su nacionalidad, requiere que el mundo civilizado se solidarice con ellos.
Las comparaciones son odiosas en la mayoría de los casos. Lo que sucede con los pastores de la Iglesia Católica en Nicaragua, me recuerda el contenido de la película de monseñor Oscar Arnulfo Romero, sobre su vida y obra en El Salvador. Aunque se trata de una película histórica, además no soy crítico cinematográfico, la mayoría de su contenido debe ser real y se ha recreado en la misma, por lo que reconocer en la actuación de Monseñor Romero, el silencio frente a los ataques de propios y extraños es de admirar. Eso para mi es lo fundamental en la película. Su silencio representaba un gran mensaje.
Así mismo, monseñorÁlvarez, refleja ahora en Nicaragua, esa paciencia y tolerancia frente al ataque desmedido por su actuación y, sobre todo, el resistir a no abandonar su país, especialmente a sus hermanos en la fe, a sus pastoreados. En fin, un hombre de fe firme, quien requiere de nuestra solidaridad y apoyo desde el punto en que nos encontremos.
Abolir la organización empresarial en Nicaragua, por no estar de acuerdo con lo que plantea es sinónimo de falta de tolerancia a las ideas ajenas, si al final es, precisamente, la empresa privada la que da riqueza y mueve la economía de un país. Acabar con los medios de comunicación e impedir circular o que no se difundan noticias que no se complementan con el régimen, no tiene sentido en una nación que busca encontrarse con su futuro.
“… respeto la fe y las creencias de todas las personas. Entiendo que en este momento dificil para Nicaragua, su pueblo y sus liíeres religiosos necesitan todo el apoyo y la solidaridad posibles. Les envio mis mejores deseos y espero que la situación en aquella nación se resuelva pacíficamente y con justicia para todos los ciudadanos. Que la fuerza y la sabiduría acompañen a todos los líderes religiosos en Nicaragua mientras trabajan por la paz y la prosperidad de su pueblo”. Este párrafo es escrito por el chat GPT (Inteligencia Artificial).
Desde aquí lanzamos una plegaria al supremo dador de la vida para que el pueblo, la dirigencia, los pastores, los mandatarios, en Nicaragua, encuentren la paz y se logre enrumbar la nación centroamericana por senderos propios de modernidad y equilibrio, para que superen la crisis que los abate y que no los deja surgir, que los mantiene estancados y les impide alcanzar el desarrollo social político y económico.