Ibáñez participó este jueves en el seminario “Cómo renovar las inversiones sociales para una lucha más eficaz contra la pobreza y la desigualdad”.
Latinoamérica y el Caribe tienen unos niveles de pobreza y desigualdad “inaceptablemente altos” que requieren de una agenda de reformas sociales en las que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) puede ofrecer su experticia.
Así lo aseguró a EFE la asesora principal de la vicepresidencia de sectores y conocimiento del BID, Ana María Ibáñez, en la primera jornada de las reuniones anuales del banco de desarrollo, que se celebró este jueves en Ciudad de Panamá.
“La región tiene unos niveles de pobreza inaceptablemente altos y una desigualdad inaceptablemente alta. El 30 % de la población es pobre, 188 millones de personas”, destacó, de las que 106 millones en viven en situación de pobreza extrema.
Y es que con la pandemia “se revirtieron diez años de progreso” y quedó claro que la región “es muy frágil” y “frente a un choque, un porcentaje muy alto de la población puede caer nuevamente en pobreza”, añadió.
Ibáñez participó este jueves en el seminario “Cómo renovar las inversiones sociales para una lucha más eficaz contra la pobreza y la desigualdad”, que inauguró la primera de las jornadas previas a la asamblea del BID que se celebrará este fin de semana.
“Nuestros programas de protección social no son suficientes y hay que diseñar programas de protección que sean mucho más flexibles y que cuando haya choques complicados esa población quede protegida con un colchón”, agregó Ibáñez.
Así, según el banco, los países de América Latina deben llevar a cabo una nueva agenda de reformas en el ámbito social para alcanzar un crecimiento incluyente, con una protección social más moderna y equitativa que proteja a los ciudadanos contra las crisis.
En opinión de Ibáñez, el banco de desarrollo puede ayudar en varias dimensiones a los países. Desde “lo tradicional que hace un banco”, que es otorgar recursos para “programas que ayuden a aumentar la productividad de los países, a mejorar la calidad de la educación o la salud”.
Hasta el “ofrecer expertise”: “El BID es un banco de conocimiento y tenemos mucha gente que puede ayudar a los países a hacer las reformas que se tienen que hacer en este momento”, señaló.
Entre los proyectos de éxito en los que ha participado el BID en los últimos años está un programa de apoyo a la transformación digital con un enfoque especial a la equidad, como es el Programa Niñas Digitales de Perú, por el que las mujeres reciben entrenamiento en habilidades digitales, ciberseguridad y programación.
Gracias a un préstamo del BID, unos 3,3 millones de mujeres se están beneficiando de un proyecto que tiene como objetivo doblar el porcentaje de mujeres que utilizan internet en Perú para interactuar con organizaciones estatales del 8,5 % al 17 %.
O el programa “Aprendamos todos a leer”, llevado a cabo en Colombia, Panamá y Brasil, con el que se brindan herramientas para que los docentes enfoquen sus esfuerzos en la alfabetización en los primeros grados, que hasta la fecha ha beneficiado a 703.277 niños y docentes de escuelas públicas.
Los seminarios de este jueves supusieron el arranque de la reunión anual del BID en la que se celebrará, el sábado y el domingo, la 63 edición de la Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del BID y la edición 37 de la Asamblea de Gobernadores de BID Invest, el brazo financiero del organismo.
Según señaló a la prensa el secretario del BID, Gerardo Corrochano, en esta asamblea se presentará la “nueva estrategia y visión para el banco” de su nuevo presidente, el brasileño Ilan Goldfajn, quien asumió la presidencia el pasado enero.
Una nueva visión que tendrá como temas centrales “la parte de sectores sociales, la formación de capital humano, salud, educación, protección social” y también “el cambio climático y sostenibilidad”; todo ello “enmarcado en la misión de hacer al banco más efectivo”, añadió. ´