Aunque el Cronobacter sakazakii es inofensivo para la mayoría de los niños, los bebés menores de dos meses, los prematuros o con sistemas inmunitarios debilitados tienen más probabilidades de desarrollar complicaciones graves si se infectan, como sepsis y meningitis.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés) publicaron un informe en el que instan a padres y cuidadores a limpiar y desinfectar minuciosamente los extractores de leche, debido a la muerte de un bebé el año pasado por una inusual infección bacteriana relacionada con un extractor de leche contaminado.
El bebé, que nació prematuro, se contagió de Cronobacter sakazakii, una bacteria que puede causar meningitis y sepsis mortales en lactantes pequeños, y que el año pasado provocó un retiro a nivel nacional de fórmula para lactantes.
En el momento en que enfermó, el bebé estaba recibiendo atención médica en la unidad de cuidados intensivos neonatales, sin embargo, se encontraba estable y crecía bien con una combinación de leche materna extraída y leche humana líquida fortificada (la cual añade nutrientes).
Se encontraron rastros de bacterias en las piezas del extractor de leche que se usó en la casa de la familia. Las lavaron en el fregadero, las desinfectaron y en ocasiones las volvieron a ensamblar aún húmedas.
A continuación, te decimos lo que se sabe sobre la bacteria y lo que los padres y cuidadores deben saber respecto a la limpieza de los extractores de leche entre cada uso.
¿Qué es el Cronobacter sakazakii?
El Cronobacter sakazakii es una cepa de Cronobacter, un microbio que puede vivir en el medio ambiente o en alimentos secos. Las infecciones en bebés menores de 12 meses suelen estar relacionadas con la leche de fórmula en polvo, que, a diferencia de la leche de fórmula líquida, no es estéril.
La leche de fórmula puede contaminarse con la bacteria en las instalaciones de procesamiento, pues llega ahí en las suelas de los zapatos o en las manos de las personas, e incluso puede ocurrir en el hogar.
En estos casos, la contaminación puede producirse si se colocan las tapas de los recipientes o las cucharas medidoras sobre superficies contaminadas, como encimeras o fregaderos, o si la leche de fórmula se mezcla con agua contaminada o se vierte en un biberón contaminado. Un lavado de manos inadecuado antes de preparar la leche de fórmula también puede provocar la infección.
El informe nuevo de los CDC incluye un caso en el que un bebé a término se infectó con Cronobacter sakazakii a causa de un bote abierto de leche de fórmula en polvo para lactantes; ese niño se recuperó por completo tras su hospitalización.
¿Qué riesgo representa para los bebés?
Aunque el Cronobacter sakazakii es inofensivo para la mayoría de los niños, los bebés menores de dos meses, los prematuros o con sistemas inmunitarios debilitados tienen más probabilidades de desarrollar complicaciones graves si se infectan, como sepsis y meningitis.
“Cuanto más pequeños son o nacen más prematuramente, menos maduro es su sistema inmunitario”, afirmó Ann Kellams, pediatra de UVA Health en Charlottesville, Virginia, y presidenta de la Academia de Medicina de la Lactancia Materna. “Una exposición para un bebé de 12 meses frente a un bebé de 2 semanas puede ser muy diferente”.
Los CDC calculan que hay alrededor de 18 casos de infección invasiva por Cronobacter sakazakii (lo que significa que ha progresado a una infección del torrente sanguíneo o meningitis) cada año en Estados Unidos, la mayoría de los cuales provienen de casos aislados de productos y equipos de alimentación infantil contaminados en el hogar. Para contextualizar, en 2021 nacieron en Estados Unidos más de 3,6 millones de bebés.
“Las infecciones con Cronobacter son inusuales y no deberían desalentar a los padres de alimentar a sus hijos ni asustarlos”, señaló Hailey Nelson, pediatra de atención compleja y asesora de lactancia del Valley Children’s Healthcare en Madera, California.
¿Cómo evitar la contaminación en casa?
Dado que el Cronobacter sakazakii está muy extendido en el medio ambiente, es importante que los profesionales médicos les informen a los padres de los bebés en las categorías de mayor riesgo sobre este microbio, según los CDC, en especial si los bebés se alimentan con leche de fórmula en polvo, leche materna extraída o una combinación de ambas.
Si utilizas fórmula en polvo, los CDC recomiendan que los cuidadores se laven bien las manos antes de preparar los biberones y limpien y desinfecten la zona donde los preparan. Es importante limpiar los biberones, desinfectarlos previamente y utilizar agua de una fuente segura; mantener limpios y secos la tapa y la cuchara medidora de la leche de fórmula y cerrar el recipiente de inmediato después de usarse.
En cuanto a los extractores de leche, los hospitales que atienden a bebés prematuros o enfermos de gravedad deben darles a los padres instrucciones específicas para evitar la contaminación, y enviarles a casa un “recipiente específico” para limpiar el material cuando reciban el alta, dice el informe. De hecho, los CDC les advierten a todos los padres que no coloquen las piezas del extractor de leche directo en el fregadero, ya que hacerlo aumenta el riesgo de contaminación.
No obstante, los CDC no piden ningún cambio en las prácticas recomendadas para la limpieza de las piezas del extractor, que, según la agencia, puede hacerse a mano o en el lavavajillas, si el fabricante del kit lo recomienda.
“Las familias siempre deben desarmar los extractores antes de lavarlos”, aseguró Meghan Devine, enfermera titulada, asesora de lactancia y supervisora clínica del programa de lactancia del Hospital Infantil de Filadelfia. “Deben lavar las piezas de los extractores de leche con agua caliente y jabón y enjuagarlas a fondo entre cada extracción. Las familias también deben hervir las piezas del extractor de leche una vez al día, utilizando una bolsa desinfectante para microondas o utilizando el ajuste de desinfección del lavavajillas”.
Las directrices de los CDC aportan más matices y señalan, por ejemplo, que las piezas del extractor de leche deben secarse bien al aire si se lavan a mano (en lugar de con un paño de cocina), y que los cuidadores deben lavarse las manos antes de sacar las piezas limpias del lavavajillas.
Muchos médicos reconocen que el proceso de extracción de leche y limpieza de las piezas del extractor es muy tardado, y que puede ser aún más difícil para las mujeres que tienen poco tiempo para extraerse leche o que solo se la extraen y deben repetir el proceso cada pocas horas.
“Tenemos que ayudar a las madres a encontrar estrategias realistas para mantener el equipo lo más limpio posible, pero también para que puedan seguir el ritmo de la extracción”, explicó Lisa Hammer, pediatra y asesora de lactancia del Trinity Health IHA Medical Group de Míchigan. Hammer suele aconsejar a sus pacientes que adquieran un segundo juego de extractores, de ser posible, y señala que algunas aseguradoras cubren los gastos.
Los médicos entrevistados para este reportaje trataron de tranquilizar a los padres diciéndoles que, a pesar de la gravedad del nuevo informe de los CDC, este tipo de infecciones bacterianas son poco frecuentes, y que los beneficios de la leche materna superan con creces los riesgos de infección.
“Por supuesto, se trata de una situación inusual y muy trágica, pero como madres en nuestra sociedad, en la que ya no tenemos el apoyo de la comunidad, estamos agobiadas por la sensación de que tenemos que estar con nuestros bebés todo el tiempo, y por la sensación de que tenemos que estar extrayéndonos leche cuando no estamos con ellos”, concluyó Kellams. “Todas estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo”.