“Admiro mucho a la reina Isabel. Era una aventurera, sentía pasión por Egipto, pero también por la música. También estaba comprometida socialmente. Me gustaría ser como ella más adelante. Pero también espero aprender de mi madre”, dijo la princesa.
La heredera al trono Bélgica, la princesa Isabel de Brabante, concedió su primera entrevista a los medios de comunicación ayer jueves, al término de su visita oficial a Egipto con su madre, la reina Matilde, en la que expresó su admiración por su tatarabuela, la reina Isabel (1876-1965), una “figura inspiradora”.
Durante el viaje, la princesa heredera y su madre siguieron los pasos de su tatarabuela, que sentía una gran pasión por la tierra de los faraones, y de la que Isabel resaltó su lado creativo y aventurero.
De hecho, según la agencia BELGA, el objetivo del viaje era destacar el importante papel que desempeñó la reina Isabel en el desarrollo de la egiptología en Bélgica gracias a sus viajes a Egipto en 1911, 1923 y 1930.
“Admiro mucho a la reina Isabel. Era una aventurera, sentía pasión por Egipto, pero también por la música. También estaba comprometida socialmente. Me gustaría ser como ella más adelante. Pero también espero aprender de mi madre”, dijo la princesa.
Otro de los objetivos del viaje fue el de “aprender”, a través del ejemplo de su madre, algunos aspectos de su futura profesión de reina, como los contactos con la prensa, la promoción de la experiencia belga o la labor de representación.
Durante la entrevista, en la que Isabel contestó en neerlandés y francés –aunque según el diario Le Soir visiblemente más cómoda en el primero–, consideró que su madre es una persona “muy enérgica y dinámica”, por lo que se mostró “contenta” de poder hacer este viaje con ella.
“Es muy enérgica y dinámica y tiene esa pasión por escuchar a la gente y destacar su trabajo”, aseguró.
Asimismo, Isabel enfatizó la importancia del voluntariado: “Es importante ver la vida de las personas que están en situaciones diferentes, en otro país y también en Bélgica”, por lo que aseguró que seguirá desarrollando tareas solidarias tanto allí como en otros lugares del mundo.
Durante sus tres días de viaje oficial en Egipto, la princesa y la reina han sido acompañadas por 21 periodistas, fotógrafos y cámaras, una atención mediática que, no obstante, no ha sido del todo novedosa para Isabel.
“Ya lo había sentido un poco en Kenia. No es la primera vez, es un poco más cada vez. Creo que así es como te acostumbras, poco a poco. No es un choque de cero a cien, es algo con lo que creces, diría yo”, declaró.
Hasta ahora, solo había hecho una breve declaración al final de su primer viaje, a Kenia para Unicef, con la reina Matilde, en 2019.
La princesa estudia Historia y Ciencias Políticas en la universidad de Oxford y enfatizó la “suerte” que tiene de “poder descubrir nuevos campos académicos, fuera de la universidad”.
Además, compartió que la historia es una de sus “pasiones muy sinceras”, pues es una rama que considera “clave” para entender el presente y futuro.
Este viaje a Egipto ha sido el mismo que realizaron hace exactamente 100 años la reina Isabel, esposa del Rey Alberto I, y su hijo Leopoldo, más tarde Rey Leopoldo III.