Es necesario subir el nivel de confianza en el sistema de justicia, no únicamente en el plano civil, sino en todas las esferas, tales como la Laboral, Menores, Niñez y Adolescencia y demás, que cada día es más intensa la desconfianza en ella.
En otras ocasiones he dicho que no tengo la forma de afirmar si en el Órgano Judicial hay o no corrupción. Solo sé que en el pasado se han dado casos de magistrados suspendidos y condenados por acciones cometidas en el ejercido de sus funciones.
Otros han renunciado y hasta se han realizado investigaciones que se han declarado prescritas por ejercer la función de Administrar Justicia en nombre de la República y por Autoridad de Ley, sin tener el título de abogado. Así como vincular familiares o colaboradores inmediatos en investigaciones que luego esos delitos han sido declarados como tales.
La expresión: “Sin Justicia no hay democracia”, es porque tenemos la certeza firme de que el gran equilibrador en un sistema, es la administración de justicia. Esta no es únicamente, en mantener el equilibrio en el sistema de gobierno entre los tres poderes del Estado. Sino también cuando la sociedad acude al sistema de justicia en busca de esa decisión entre los propios connacionales y a solicitar protección del abuso de quienes tienen la facultad de dar protección y aprovechan de ella.
Desde el 2020 en la provincia de Chiriquí, emprendimos una batalla contra el sistema, que fue muy difícil lograr su avance tanto en la jurisdicción penal como la disciplinaria. Luego se unió el Colegio Provincial de Abogados de Chiriquí, con la valiente posicion de su actual presidente, que venían desde varios años, señalando la situación desesperante que ocurría en la Administración de Justicia en Chiriquí y no se lograban cambios; al contrario, arreciaban las respuestas. Como también algunos abogados que orientaron y colaboraron en algunas acciones.
Hoy día tenemos como resultado que se ha logrado una sanción ejemplar a un juez de circuito, que tenía 58 quejas de las cuales el Tribunal Superior de Chiriquí había archivado 54. Se ha avanzado en dos denuncias penales, una de las cuales sufrió el consabido archivo por el Ministerio Público, porque, según ellos, no había delito. Luego de una audiencia de desarchivo en el Sistema Penal Acusatorio se obtuvo un progreso en la investigación de esta. En los días venideros se dará la audiencia intermedia y en agosto se tendrá la audiencia de juicio del otro caso.
Es imposible pensar que el superior inmediato, como lo es el Tribunal Superior de Chiriquí, no hubiese tenido idea de lo que pasaba en los despachos inferiores, en donde en la Auditoría Judicial ordenada por la Corte Suprema de Justicia, se detectaron hasta diferencias en el inventario de expedientes entre el sistema electrónico y manual. Pueden ser errores humanos en la aritmética, pero si no son errores humanos y es otra cosa, quién le devuelve la confianza a los usuarios.
Es sumamente difícil saber que la justicia se manipula, y de eso se ha venido señalando, sabemos que no es fácil en la mayoría de las veces aceptar una decisión que desde nuestra perspectiva se ve injusta. Pero es necesario subir el nivel de confianza en el sistema de justicia, no únicamente en el plano civil, sino en todas las esferas tales como la Laboral, Menores, Niñez y Adolescencia y demás, que cada día es más intensa la desconfianza en ella.
Cuántas ilusiones, frustraciones, pérdidas económicas, en procesos judicializados que un tortuoso camino los terminó de torcer. Cuánta desconfianza ha aumentado en el sistema. Entendemos perfectamente que la población necesita buscar formas diferentes de resolver sus diferencias, desde la Mediacion, Negociación, Conciliación y el Arbitraje, pero, ¿cuándo eso llega como medio de docencia social? Que tal una dosis de seguridad del Sistema de Justicia.