Quizás una fuente que fomenta el mal empleo del gerundio, sobre todo el de posterioridad, es Fundéu BBVA (Fundación del Español Urgente) con sus explicaciones inconguentes, pues señala que cuando dos acciones son tan inmediatas, prácticamente se entienden como simultáneas.
El gerundio de posterioridad se va imponiendo como un fenómeno cultural en toda la comunidad hispanoahablante, no solo por su empleo desmedido por parte de la comunidad de hablantes, sino por todos los que emplean la lengua española diariamente en diversas actividades.
Se exigen orden y respeto en las cuestiones lingüísticas, pero la situación ha llegado a tal grado que a nadie le importa emplear el gerundio como sea, sobre todo el de posterioridad. Diariamente se nota que a los hablantes, en los subtítulos de las películas traducidos de otros diomas al español, en los artículos nacionales y extranjeros, en las noticias y en los documentales que se brindan en varias canales de televisión internacional, en general.
Por ejemplo, veamos una redacción reciente de una noticia sobre la extensión del metro hasta el aeropuerto de Tocumen: “…tendrá un recorrido desde el andén central de la estación Corredor Sur, realizando una primera parada en la estación ITSE, continuando hasta la estación Aeropuerto…”
En esta redacción de un periódico nacional el periodista empleó dos gerundios de posterioridad como nexos de varias oraciones: tendrá un recorrido desde el andén de la estación corredor Sur, realizará una primera parada en la estación ITSE y continuará hasta la estación Aeropuerto.
Tendrá un recorrido…, realizará una primera parada… y continuará hasta… En la expresión hay tres verbos que se deben expresar para mantener una redacción española de calidad.
Otro gerundio encontrado en los periódicos de Panamá es el siguiente: “En primer lugar, nos encontramos con los únicos mamíferos capaces de volar por sí solos, lo que les ha permitido estar muy diversificados y adaptarse a multitud de hábitats, conociéndose en la actualidad más de 1,100 especies. Se debió emplear un punto seguido: “Se conoce en la actualidad más de 1,100 especies.
En un artículo publicado recientemente se usa un gerundio adjetivo: “… cuando vamos por la calle, y vemos que un conductor no lo está haciendo bien, pensamos inmediatamente: “seguro es una mujer manejando….” Lo correcto en español es: “una mujer que maneja”.
Quizás una fuente que fomenta el mal empleo del gerundio, sobre todo el de posterioridad, es Fundéu BBVA (Fundación del Español Urgente) con sus explicaciones inconguentes, pues señala que cuando dos acciones son tan inmediatas, prácticamente se entienden como simultáneas. Por ejemplo, “Cayó al suelo fracturándose una rodilla. Bueno, este es un gerundio de posterioridad al azar, porque pudo fracturarse la rodilla derecha o la izquierda, o ninguna. Caerse al suelo no significa que habrá un daño. Puede caerse y golpearse en algún lado del cuerpo y nada más o solo pasar un susto.
También dice Fundéu que “La vía se dañó, obligando a los conductores a tomar un desvío” o “El vuelo se canceló, trayendo consigo problemas para los pasajeros y a la aerolínea. “Salió corriendo para su casa, ocasionándole muchos riesgos…” Por favor, no se aporta nada nuevo a la teoría del gerundio español. En primer lugar, la oración no tiene ningún sentido. En todo caso, sería “Salió corriendo para su casa, lo que le ocasionó muchos riesgos.
Antes de tomar en serio estas explicaciones de Fundéu o de cualquier otra persona, se debe saber que la acción del gerundio debe ser anterior o simultánea a la del verbo de la oración. Esto lo puede comprobar fácilmente formulando la pregunta ¿cómo?, que nos permite acercar el empleo del gerundio a la categoría adverbial. ¿Cómo se puede comprobar fácilmente? Formulando la pregunta ¿cómo?
La Nueva gramática de la lengua española, al igual que Fundéu también señala que cuando dos acciones son tan inmediatas “Resbaló con el suelo mojado, golpeándose la cabeza contra el suelo”, puede aceptarse como bien empleado. La explicación no es gramatical, por mucho que lo diga la docta institución.
El gerundio no indica consecuencia, pero la Academia sí le da esa función: “Y cuando el gerundio indica la consecuencia de lo expresado en el verbo principal: «El río se desbordó, obligando a los habitantes a huir en medio de la noche». El río se desbordó, lo que obligó… Es mejor que la RAE rectifique científicamente cómo debe emplearse el gerundio español sin titubeos, porque los problemas gramaticales están acrecentándose y a nadie parece importarle.