Según el último mapa de cobertura boscosa y uso de suelo 2021 presentado por el Ministerio de Ambiente, en Panamá existe un total de 5, 945,470 hectáreas de bosques y otras tierras boscosas.
El porcentaje de bosques y otras tierras boscosas existentes en el país es de 68%, este resultado ubica en una posición privilegiada en cuanto a los boques existentes en la Región.
Variedades
Según las clasificaciones del mapa 2021, se puede encontrar los siguientes bosques en Panamá:
1. Bosque latifoliado mixto maduro: compuesto principalmente por árboles adultos con diámetros altos y copas grandes. Con menor presencia de sotobosque y con una presencia en la zona mayor de 40 años, aunque se haya practicado tala selectiva.
2. Bosque latifoliado mixto secundario: se caracteriza por una mayor presencia de especies pioneras. Estos son árboles con diámetros medios o bajos y sus copas no son grandes.
Nota: La diferencia entre un rastrojo y un bosque secundario es que su altura promedio es mayor a 5 metros y la cobertura de sus copas superior al 30%. Se considera bosques secundario a rastrojos con altura menor a 5 metros que hayan sido declarados para fines forestales.
3. Bosque mangle: son formaciones de bosques en el cual el 60% de los árboles presentes (cantidad de árboles por hectárea) pertenecen a una o varias especies de manglar.
4. Bosque orey: bosques que estén formados en un 60% por las especies de Camprosperma panamensis (orey).
5. Bosque cativo: bosques que están formados en un 60% de árboles predominantes de la especies Prioria copaifera (cativo).
6. Bosque rafia: bosque natural que está formado en un 60% de la especie Raphia taedigera (rafia).
7. Bosque plantado de coníferas: bosques plantados cuya especies predominantes pertenecen a especies de coníferas como: pinos, abetos, cipreses, araucarias, etc.
8. Bosque plantado de latifoleada: bosques plantados compuestos predominantemente por especies angiospermas; o sea; árboles de hoja ancha.
9. Rastrojo y vegetación arbustiva: es la vegetación compuesta por distintas especies arbóreas y herbáceas que aparece naturalmente después del abandono de tierras bajo uso agropecuario cuya altura promedio es menor de 5 metros.
Vaneska Bethancourt, Jefa de Cooperación y Financiamiento Forestal del Ministerio de Ambiente, expresa que los bosques son esenciales para la salud del planeta y el bienestar de los seres humanos. A su vez, el sector forestal genera puestos de trabajo para al menos 33 millones de personas, y miles de millones de personas utilizan los productos forestales, en todo el mundo.
Se calcula que más de la mitad de la producción económica mundial (o sea, el producto interno bruto) depende de los servicios de los ecosistemas, y eso incluye a los servicios que proporcionan los bosques.
Se estima que más de la mitad de toda la población mundial utiliza productos forestales no madereros para mejorar su bienestar y sus medios de subsistencia.
“El uso sostenible de los bosques nos ayudará a avanzar hacia una economía verde basada en materiales renovables, reutilizables y reciclables, baja en emisiones gases efecto invernadero”, detalló Bethancourt.
Los bosques son esenciales para la salud del planeta y el bienestar de los seres humanos.
Funcionalidad
La madera se puede emplear para propósitos diversos, con un impacto ambiental menor que muchos materiales alternativos. Una vez que se utiliza la madera, se puede reutilizar y reciclar, lo que extiende su vida útil y reduce aún más su huella material.
“La ciencia y la innovación están generando productos nuevos muy interesantes a partir de la madera y los árboles, lo que incluye textiles, alimentos, materiales de construcción, cosméticos, productos bioquímicos, bioplásticos y medicamentos. El reemplazo de materiales menos sostenibles por madera renovable y productos derivados de los árboles puede reducir la huella de carbono”, menciona la técnica.
La madera sostenible es un material esencial para reverdecer las ciudades.
El sector de la edificación y la construcción es responsable de casi el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas a la energía en todo el mundo. La innovación está haciendo posible emplear más madera en edificios altos y otras infraestructuras, lo que nos ayuda a “reverdecer” nuestras ciudades debido a que la madera almacena carbono, su producción insume menos energía que muchos materiales de construcción y proporciona un buen aislamiento.
Grandes secuestradores de Co2
De acuerdo con el inventario nacional de gases de efecto invernadero para el año 2019, los bosques del país (incluyendo los rastrojos) generaron una absorción total de 33,947.4 kilotoneladas de CO2 equivalente, que en valores de toneladas corresponde a 33,947,400 toneladas.
Este nivel de absorciones, compensaría las emisiones de 7,314,620 vehículos de pasajeros a gasolina conducidos durante un año; o a 3,819,894,228 galones de gasolina consumidos.
Estos valores de equivalencia, se estimaron utilizando la calculadora de equivalencias de gases de efecto invernadero de la EPA (United States Environmental Protection Agency).
Es importante aclarar que estas equivalencias son aproximadas y no deben utilizarse para inventarios de emisiones o análisis formales de emisiones de carbono. Solo son útiles como datos de referencia.
Realidad
La implementación del Programa Nacional de Restauración Forestal ha tenido un impacto importante en los bosques de Panamá debido al enfoque de restauración forestal que se evidencia en la recuperación de tierras degradadas y conservación de rastrojos que se han convertido en bosques jóvenes, secuestrando gases de efecto invernadero.
Esto se plasma evidencia el informe del Mapa de cobertura boscosa 2021, que se comparó con la misma metodología utilizada para el Diagnóstico de Bosques y Otras Tierras Boscosas de enero 2020.
Los datos en hectáreas y porcentajes de los Bosques y Otras Tierras Boscosas para el año 2021 y el resultado reflejaron que Panamá cuenta en cobertura con un 68%, lo que indica que hubo un aumento del 3% en comparación con el año 2019.
Los eventos de deforestación en el país han tenido una tendencia a la baja desde el año 2000, manteniéndose estable hasta el año 2012. Sin embargo, ya en el 2021 se observa una disminución significativa de 11,415 ha a sólo 3,013.86 ha lo que refleja una reducción de la deforestación lo que indica la importancia de contar con la tecnología como sistemas de control, trazabilidad y monitoreo forestal a nivel nacional.