El problema del IDAAN, que está directamente vinculado al suministro de agua, es, concretamente, estructural que, puede ser también producto de la improvisación y la falta de planificación.
Una de las cosas más frustrantes, que, creo, puede pasarle a una familia, es adquirir una residencia con los esfuerzos e ilusiones que eso representa y cuando llega a vivir en ella, no hay agua.
Lo vivido en la última semana con los residentes de Panamá Oeste y la consecuente presión realizada con el cierre de la vía en la autopista La Chorrera – Panamá, refleja ese grado de frustración. Cosa que no es únicamente de esa región, sino de otras localidades a nivel nacional.
Llama poderosamente la atención que en los resultados preliminares del Censo 2020, recientemente realizado, dicen que hay una población del 7% sin agua.
El problema del IDAAN, que está directamente vinculado al suministro de agua, es, concretamente, estructural que, puede ser también producto de la improvisación y la falta de planificación.
Prueba de lo anterior es que en las últimas décadas, el IDAAN no ha podido cubrir la demanda en la periferia de las cabeceras de provincias y, por tal motivo, varios promotores inmobiliarios han tenido que convertirse en grandes y pequeños idancitos.
Según verificaciones en la Autoridad Nacional de los Servicios Publicos (ASEP), hasta el mes de marzo de 2023 había 42 prestadores privados de servicios de agua, además de las Juntas Administradoras de Agua, sobre las cuales no hemos logrado comprobar cuántas existen a nivel nacional.
Vender una casa o convencer a una pareja que recién inicia su vida en conjunto o una familia que se vaya a mudar a una urbanización que le ofrece la casa de sus sueños y cuando deben disfrutar porque ya viven en ella, tienen que trasnocharse porque es necesario velar cuando el agua llega para que en cualquier recipiente se tenga que almacenar el líquido para las necesidades diarias de la casa, es de frustración.
¿Quiénes serían los responsables de haber aprobado planos de residencias sin que se les haya garantizado a los futuros usuarios el suministro de agua? Es un tema de aprobación o fue de mercadear un producto que no reunía las condiciones ofertadas.
¿Por qué las instituciones responsables de aprobar los planos y dar la oportunidad de realizar una urbanización, residencias, casas, apartamentos o lo que fuere, dieron los permisos o permitieron que se desarrollara la construcción de viviendas o apartamentos sin el suministro del vital líquido? Es una pregunta que pareciera que no tiene respuesta.
Aquí hay un problema estructural. No es un tema únicamente coyuntural. Es un tema estructural, en donde hay responsabilidad de todos, tanto de los funcionarios encargados de aprobar esos proyectos, el personal de las instituciones, los promotores, los vendedores y cuanto involucrado en el mismo se haya visto.
Hay dos aprobaciones finales que requieren esos proyectos. El MINSA y el IDAAN, como indicativo de sellos finales. Sin ese sello de ellos, no pasa el plano. Entonces, pareciera que no tienen idea de lo que aprueban porque al final no controlan nada a través de esa aprobación, ya que surge el problema después que los adquirientes de las viviendas las ocupan.
Fuera de esto hay otros elementos a considerar, en que, por lo reducido de este artículo haremos un repaso muy sucinto con algunas referencias.
En el 2012 la morosidad en el IDAAN alcanzaba unos 18.4 meses de casi 120 millones de dólares en facturación anual. Solo se facturaba un poco más del 50% de la producción del agua. Un casi 50% no se facturaba.
En cuanto a los empleados, por cada mil conexiones en el año 1984 esta promediaba unos 12.4. Asimismo en el año 2012 que puede ser un promedio más elevado de conexiones estaban en 4.8 empleados y según la data expuesta en la ASEP al 30 de junio de 2021, esta es de 4.1 empleados por cada mil conexiones.
Algunos críticos de las estadísticas indican que no se incluyen los empleados eventuales. El promedio en el mundo es de 3.0 empleados por mil conexiones. Un indicador de eficiencia es de menos de 3.0 empleados por mil conexiones.
En América Latina el promedio más bajo lo tiene Colombia con 2 empleados por cada mil conexiones. (Fuente Informe Anual 2019 Asociacion de Entes Reguladores de Aguas y Saneamientos de las Américas) (ADERASA) y algunos documentos confidenciales indican que en algún lugar de un país hay un empleado por cada mil conexiones.
Lo que se ha gastado en construir y ampliar nuevas potabilizadoras y plantas de suministro de agua en los últimos 30 años, debe dar para construir los suministros de agua hasta el próximo siglo.
En el año 2012 se logró verificar a través de estudios locales, que el IDAAN no invierte en mantenimiento preventivo en sus instalaciones y, además, que cuando el agua no se mide, ni se factura, se gasta hasta tres veces el promedio diario por persona.
En todos los países, inclusive en los europeos, hay pérdidas de agua por rupturas, eso no es únicamente en Panamá, solo que el promedio de días para la reparación es más rápido que lo que ocurre en el país llamado Panamá.