Apreciemos las palomas, pero prudencia

Apreciemos las palomas, pero prudencia
Existen más de 300 especies de palomas. Las personas comúnmente las alimentan en las calles sin pensar que puede traer consecuencias para estas y los seres humanos. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

Las palomas son muy tiernas y representativas, por lo que hay opiniones encontradas sobre este tema, que, con seguridad no es repudio, sino un llamado a la cautela necesaria debido a que supone riesgos de adquirir enfermedades.

Las palomas son criaturas que gustan mucho.  Personas de todas las partes del mundo disfrutan verlas y tomarse fotos entre ellas.

En calles, parques, techos, pasillos de edificios y otros lugares, se encuentran estas aves a las que percibimos inofensivas, y tradicionalmente tienen mucho significado para diferentes culturas.

Es común ver gente que las alimentan. Quizás porque lo sientan grato; lo relacionen con la bondad y preservación; forme parte de rituales por razones religiosas o lo consideren divertido.

Ver palomas aletear rápidamente y alzar veloces el vuelo al sitio donde se les colocó alimento, es un espectáculo fascinante para algunos, al igual que observar descender una bandada y picotear de forma agitada en la calle de la ciudad.

Deleitarse con su plumaje, reconocer su variedad, escuchar su arrullo y ver su cortejo, claro que es encantador.

Sin embargo, lo cierto es que, a pesar del aprecio que se les pueda tener, no podemos pasar por alto que estas pueden afectar la salud

Hay innumerables palomas que se encuentran adaptadas a las ciudades. Tal es el caso de la paloma bravía que es muy vista en el entorno urbano. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

De acuerdo al sitio de Internet Zotal, entre las enfermedades que transmiten se encuentran:

“CriptococosisProviene del Cryptococcus neoformans, un hongo localizado en el excremento de las palomas.  Su transmisión se produce por la inhalación de este, que entra a través de las vías respiratorias y puede llegar a los pulmones, donde en los casos más graves cuando el sistema inmune está débil puede generar infecciones severas.

SalmonelosisPuede ser transmitida cuando las heces de las palomas contenedoras de la bacteria entran en contacto directo con alimentos que después son consumidos por el humano. También cuando estas se mezclan con ropa tendida y luego con la persona. Los problemas de salud que puede llevar consigo esta enfermedad suelen ser desde fiebre, diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.

Psitacosis o clamidiosisEs ocasionada por la bacteria de la chlamydia psittaci. Las palomas pueden ser transmisoras de dicha enfermedad provocando en humanos cuadros similares a la neumonía y gripe. Esta bacteria se introduce a través de las vías respiratorias y se propaga por el torrente sanguíneo llegando a los pulmones, el bazo o al hígado, pudiendo causar problemas más severos. 

Alveolitis alérgica (neumonitis): Es una reacción alérgica a las plumas de aves, como las palomas. Su sintomatología se puede confundir con un resfriado, ya que se manifiesta en forma de inflamación de los alvéolos, de los pulmones, tos y hasta dificultades para respirar.

Histoplasmosis:  Es una enfermedad respiratoria, cuya sintomatología puede llegar a causar un severo daño pulmonar, escalofríos, fiebre, tos y dolor en el pecho.  Está causada por el hongo histoplasma y se produce por la inhalación de esporas, las cuales se encuentran, entre otros lugares, en las heces de las palomas”.

Las palomas son muy inteligentes, tienen sentido de orientación y se aprenden rutas. Se ven muy graciosas cuando caminan moviendo la cabeza de un lado a otro. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

De acuerdo al sitio de Internet Salud Ambiental, hay parásitos que se alojan en ellas, como: “Garrapata de la paloma, chinches parásitas, chinche de nariz cónica, mosca de la paloma, piojillos de las plumas, piojillo aviar, ácaro de la sarna de las patas, ácaro de la sarna desplumante, ácaro rojo de las aves, pulga de las aves, pulga de la gallina”.

Las palomas son muy tiernas y representativas, por lo que hay opiniones encontradas sobre este tema, que, con seguridad no es repudio, sino un llamado a la cautela necesaria debido a que supone riesgos de adquirir enfermedades.

Otro aspecto que se debe tomar en cuenta es la consideración con personas vulnerables del entorno para quienes estas afectaciones a su salud pueden ser alarmantes.

A los niños les encanta compartir sus golosinas con las palomas.  Los adultos les esparcen, no solo granos crudos, sino hasta comida corriente. Por esto, hay avenidas que tienen dispersas todo tipo de frituras: tortillas, hojaldres, patacones, concolón y otros alimentos que las personas consuman en ese momento y que están muy lejos de formar parte de la dieta normal de esas aves, por lo que estas han modificado su régimen.

Los residuos de comida, que en un gesto incrédulo los transeúntes arrojan a las calles, ensucian la ciudad, atraen alimañas y constituyen un problema sanitario.

Las palomas son de la familia Columbidae que tiene 310 especies, aproximadamente. Hay con plumas grisáceas opaca, oscuro, azulado y áreas iridiscentes. También, marrón, blancas, con puntos o líneas, etc.

Son aves de diferentes tamaños, más o menos pequeñas, tienen grandes alas y fuertes músculos a través de los cuales se impulsan vigorosamente. Tienen la cabeza chica y cuello corto que, a propósito, mueven con mucha gracia al caminar y como si prestaran atención.

Las palomas están muy bien adaptadas a las áreas urbanas, por lo que hay cantidades en la ciudad. Son muy inteligentes y tienen mucho sentido de orientación.

Su representación de la paz universal, sencillez, pureza, esperanza, esencia del amor y libertad, las hace muy especiales, así como sus significados religiosos en diferentes creencias. Tal es el caso en la Biblia de la paloma mensajera del Arca de Noé enviada después del diluvio y su representación del Espíritu Santo. También era utilizada desde la antigüedad como medio de comunicación.

Las palomas muchas veces se posan en los balcones donde la cercanía del excremento en los hogares puede transmitir enfermedades. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

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