El político demócrata y quien fuera su asesora de campaña, Sharon Janet Lettman-Hicks, están acusados de 19 cargos cada uno derivados de una investigación sobre hechos de corrupción en la Alcaldía de Tallahassee, la capital de Florida, cuando él era alcalde.
El demócrata Andrew Gillum, que fue candidato a gobernador de Florida en las elecciones de 2018 y fue derrotado por un exiguo margen por Ron DeSantis, compareció este lunes ante el tribunal donde será juzgado por presuntos hechos de corrupción.
“Soy inequívocamente inocente de las graves acusaciones que se hacen en mi contra. Pero no puedo ganar esta pelea solo. Gracias por las oraciones y palabras de apoyo que muchos de ustedes nos han dado a mí y a mi familia”, escribió Gillum en un mensaje de Twitter.
El juicio comenzó este lunes con la selección del jurado en los tribunales federales de Tallahassee y Gillum, un afroamericano nacido en Miami hace 43 años, fue fotografiado entrando al edificio.
El político demócrata y quien fuera su asesora de campaña, Sharon Janet Lettman-Hicks, están acusados de 19 cargos cada uno derivados de una investigación sobre hechos de corrupción en la Alcaldía de Tallahassee, la capital de Florida, cuando él era alcalde.
Los fiscales acusan a Gillum y Lettman-Hicks de desviar donaciones hechas por grupos simpatizantes del Partido Demócrata para su propio beneficio.
Uno de los cargos contra Gillum es por haber mentido presuntamente en una declaración al FBI.
En 2018 la entonces estrella fulgurante del Partido Demócrata de Florida aspiraba a ser el primer gobernador afroamericano de la historia de Florida con el respaldo del expresidente Barack Obama, pero se le cruzó DeSantis, un excongresista no muy conocido, pero apoyado por el entonces presidente de EE.UU., Donald Trump.
De Santis, que hoy está enfrentado a Trump, quien ve a su antiguo discípulo como un rival dentro del Partido Republicano de cara a las elecciones presidenciales de 2024, derrotó a Gillum por poco más de 33.000 votos.
La diferencia entre los dos contendientes fue menor a la necesaria para dar por válidos los resultados con el primer escrutinio, por lo que de acuerdo con la ley se procedió a un recuento electrónico y luego a uno manual, que terminó el domingo 18 de noviembre y confirmó a DeSantis como ganador.
Después de su derrota, Gillum pasó a segundo plano y tuvo algún tropiezo con la ley, como cuando la Policía lo encontró en 2020 en estado de ebriedad en una habitación de hotel de Miami Beach donde había drogas y un hombre que había sufrido una sobredosis.
Entonces reconoció que tenía un problema de adicciones y prometió someterse a una desintoxicación.
“Desde que terminó mi carrera para ser gobernador caí en una depresión que me ha llevado al abuso del alcohol. Fui testigo de cómo mi padre sufría de alcoholismo y sé los efectos dañinos que puede tener si no se trata. También sé que el alcoholismo es a menudo un síntoma de luchas más profundas”, señaló entonces.
Hijo de un obrero de la construcción y una conductora de autobús escolar, Gillum irrumpió en la vida pública a los 23 años como comisionado de Tallahassee, antes de graduarse en Ciencias Políticas de la Universidad de Agricultura y Mecánica de Florida.
Estuvo al frente de la Alcaldía de Tallahassee desde 2014 hasta después de las elecciones de 2018.
La nominación de Gillum como candidato a gobernador de Florida fue una sorpresa al ganarle a cinco aspirantes, entre ellos la excongresista Gwen Graham, hija de un exgobernador, y al exalcalde de Miami Beach Philip Levine.