Según estudio de Fedefarma, Panamá requiere mejoras en manejo presupuestario, a pesar de contar con la segunda inversión más alta en salud de la región. Excesiva burocracia y barreras institucionales dificultan el acceso de la población panameña a la salud.
Ser una fuente de empleo y productividad hace que el Sector Salud sea considerado fuerza motora del desarrollo económico de Panamá.
Sin embargo, a pesar de contar con la segunda inversión más alta en salud de la región (5%, solo superada por Costa Rica), las barreras institucionales y la inadecuada gestión presupuestaria supone un obstáculo en la mejora de los índices de acceso y la calidad de los servicios de salud.
Así lo evidencian los estudios presentados por la Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma) en conjunto con las empresas Sanigest International y WifOR Institute.
La Federación, en la búsqueda de soluciones conjuntas e integrales en beneficio de la población, presentó a las autoridades de salud los principales resultados que exponen la realidad panameña sobre el estado de la inversión en salud y la gestión presupuestaria, con el objetivo de seguir trabajando en conjunto acciones que permitan el fortalecimiento de los sistemas.
Los hallazgos evidencian que un mayor nivel de recursos no necesariamente conduce a un mejor sistema de salud, siendo éste el caso en Panamá. El estado financiero de su sistema estatal de salud se encuentra afectado por la excesiva burocracia, los mecanismos de compras duplicados que no permiten el acceso a la innovación, y la falta de políticas nacionales que planifiquen el uso y gasto de recursos de forma efectiva.
Un claro ejemplo de ello es que aún no se han solucionado los problemas de provisión de servicios de salud de manera equitativa, ni la provisión adecuada de medicamentos presentando desabastecimientos.
Fedefarma ha señalado anteriormente estas áreas de mejora y por esta razón propone seguir trabajando de manera colaborativa con las entidades de salud, para promover la implementación de mecanismos de ejecución eficiente del gasto, con el fin de que aseguren la medición de los resultados y garanticen el impacto esperado a través del uso óptimo de los recursos designados.
La adecuada gestión presupuestaria promueve sistemas de salud eficientes
El “Estudio sobre inversión y presupuestos en Salud en Costa Rica, Guatemala, Panamá y República Dominicana”, desarrollado por Sanigest International, evaluó a profundidad la dinámica presupuestaria del sistema de salud panameño, en el que sobresale la necesidad del establecimiento de un modelo presupuestario sólido y estandarizado, y de progresos en transparencia y acceso de la información.
Panamá en el 2021 designó únicamente un 5% del Producto Interno Bruto (PIB) al gasto público en salud, el cual, a pesar de ser la segunda inversión más alta de la región, aún se encuentra lejos de la recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que indica que la inversión en salud debe ser como mínimo del 9%. El mismo también se encuentra por debajo del mínimo 6% del PIB recomendado por la OMS.
Un valioso aporte de este estudio es que permite analizar el desglose de los egresos de las entidades de salud, donde más del 50% del presupuesto corresponde al pago del recurso humano. Esto confirma que las remuneraciones y transferencias corrientes siguen representando los rubros más altos en las instituciones de salud, sin esto significar una mejoría y modernización en los servicios ofrecidos.
En el caso particular de la Caja del Seguro Social (CSS), sus ingresos están altamente ligados a las contribuciones sociales de los trabajadores y los patronos, lo que representa el 82% de los ingresos corrientes recaudados.
No obstante, esta dependencia refleja una vulnerabilidad para la institución, ya que, ante la situación de la pandemia, en 2020 la población protegida bajó hasta llegar al 63%, lo que supuso un retroceso de 17 años en términos acceso a la protección social.
Respecto al porcentaje que se designa a la compra de materiales y suministros, en el que se incluyen los medicamentos, en comparación con el gasto total de salud, corresponde a un 5% en la CSS y a un 6% en el Ministerio de Salud (MINSA).
Es importante recalcar que cada entidad realiza sus propias compras de medicamentos, sin necesariamente contar con un proceso colaborativo entre ambas que les permita revisar el tipo de medicamentos y cantidades solicitadas en contraste con las características y necesidades de la población.
Ante esta situación, el primer nivel de atención se encuentra más afectado, dejando de lado los programas de prevención y promoción de la salud basados y orientados a promover soluciones para las principales afectaciones de la población.
Ésta es una de las principales razones por las que el gasto de bolsillo en Panamá presenta un crecimiento sostenido en los últimos años. De acuerdo con los datos arrojados en el estudio de Sanigest, durante el período de 2017-2020, Panamá presentaba un 28% de este tipo gasto; sin embargo, éste se incrementó significativamente durante los dos últimos años, donde el gasto de bolsillo está llegando cerca del 50%, lo que evidencia el serio problema de desabastecimiento de medicamentes en la seguridad social.
Importante anotar que la OCDE recomienda un 80% de participación del mercado público (20% de gasto de bolsillo), para evitar la afectación de altos gastos en salud de la población vulnerable.
Sector salud es uno de los mayores generadores de empleo y desarrollo económico de Panamá
La inversión en salud representa una parte esencial de las economías nacionales, ya que contribuye de manera significativa al PIB; así lo demuestra WifOR Institute en su estudio “El estado de la Economía de la Salud en Costa Rica, Guatemala, Panamá y República Dominicana”.
Este estudio destaca que en Panamá un 10,5% del PIB es generado por el Sector Salud, más del doble de la contribución del sector financiero; lo cual crea una huella económica de 6,7 mil millones de dólares (más que el PIB de Bahamas), siendo el aporte más grande entre los cuatro países analizados. El estudio señala que en Panamá por cada $1 invertido en el Sector Salud, se genera un $1.1 adicional en la economía del país.
Parte de la huella económica mencionada, radica en la generación de empleo, ya que 1 de cada 10 panameños labora en el Sector Salud, lo cual crea 170.000 empleos directos; donde por cada empleo creado en el sector salud se produce un 0.7 nuevo empleo.
Con este dato, se fortalece la perspectiva de que la salud debe verse como una inversión y no como un gasto, ya que rinde frutos a futuro y ofrece un considerable retorno de inversión.
Otro aspecto que resalta el estudio es la necesidad de realizar mejoras en el área de la digitalización, con el fin de sacar provecho de las oportunidades ofrecidas por este tipo de soluciones sanitarias, tales como la implementación de los registros de salud electrónicos y los servicios de telemedicina.
En este sentido, el estudio encontró que, mientras el 89,5% de la población de los países de altos ingresos tenían acceso a Internet en 2020, en Panamá únicamente el 64,4% de la población cuenta con acceso a internet. Además, es necesario revisar el marco jurídico que potencia la implementación de los registros de salud electrónicos, ya el índice de progreso en esta área es de un 53%, muy por debajo de otros países latinoamericanos.
Para Fedefarma, una adecuada inversión en salud y un uso eficiente de los recursos, le permitirá al país gozar de los principales beneficios atribuidos por expertos y organismos internacionales a la inversión en salud (OPS-BID) como son: prevención de enfermedades, mayor acceso a atención médica y a medicamentos de calidad, existencia de sistemas de datos, mejoras en la infraestructura, incentivo al turismo médico, mayor productividad, atracción de inversión extranjera y mayor competitividad.
Actualización de la Política Nacional y normativas presupuestarias es necesaria para salvaguardar la sostenibilidad del sistema de salud
Si bien el aporte de la Economía de la Salud es notorio con respecto al PIB y generación de empleo, contar con un nivel de inversión aceptable, al compararse con el resto de la región, no se traduce en eficiencia y eficacia presupuestaria que le permita solucionar los problemas complejos que enfrenta el sistema de salud panameño.
Los problemas de desabastecimiento y el retraso en la adopción temprana de la innovación requieren de: un cambio en el planeamiento estratégico dirigido hacia la eficiente gestión presupuestaria basada en metas cuantificables, la adopción de mecanismos de compras innovadores que permitan la oportuna entrada de medicamentos y tratamientos seguros y de alta calidad, y la agilización de trámites, entre otros.
Ante esto, algunas de las recomendaciones que Fedefarma ha compartido con las autoridades de salud son:
Recomendaciones
- Implementar en la CSS las acciones estratégicas definidas en el Plan Nacional de Salud, representa una oportunidad para cambiar y mejorar el abordaje de los temas presupuestarios, permitiendo eliminar problemas y barreras identificadas en el Seguro Social; siendo el desabastecimiento de medicamentos e insumos médico-quirúrgicos uno de estos.
- El país requiere fortalecer el financiamiento del primer nivel de atención y de los programas de prevención y promoción. Para ello, se sugiere un ejercicio de costeo de las necesidades sanitarias del país para los siguientes 10 años y, a partir de allí, generar estimaciones sobre brechas de financiamiento y creación de espacio fiscal para el sector sanitario.
- En este ejercicio se deben revisar los procesos de adquisición y de inclusión de medicamentos en los listados, para disminuir los tiempos y agilizar los procesos de compra.
- Se sugiere revisar y aumentar el gasto público con mayor inversión en terapias y medicamentos, e impulsar nuevas alternativas de financiamiento en compras, tales como los Acuerdos de Entrada Gestionada (Managed Entry Agreements).
- Priorizar en la Política Nacional de Medicamentos, el accionar de las entidades en la materia a través de principios rectores, objetivos y estrategias; modernizando y dando una gobernabilidad a la autoridad sanitaria, con el fin de eficientizar la disponibilidad, seguridad y calidad de los medicamentos.
- Modernizar los sistemas informáticos en línea con las recomendaciones de los marcos de gestión por resultados, para mejorar el monitoreo y evaluación.
- Para mejorar la administración presupuestaria, se recomienda impulsar la gestión por resultados, que precisa el establecimiento de planes estratégicos con metas cuantificadas, y un costeo adecuado o indicadores de desempeño de sus principales programas y metas.
En este contexto, las autoridades sanitarias deben efectuar un análisis cuidadoso de los aspectos claves relacionados con el gasto y financiamiento de la salud, a fin de tomar las medidas preventivas y correctivas necesarias que aseguren el acceso oportuno a terapias innovadoras, asegurando también la continuidad y sostenibilidad del sistema de salud, en beneficio de la calidad de vida de los panameños.