La Mesa: Abre las puertas a los peregrinos

La Mesa: Abre las puertas a los peregrinos
El autor es licenciado en Contabilidad, CPA, posee MSc y es ciudadano toleaño. Foto, cortesía.

Peregrinos llegan a la Iglesia Católica de San Marcelo, en el corazón del distrito, a festejar esta actividad religiosa. La comunidad los recibe y es anfitriona de todo el que llega, atendiéndolos con una hospitalidad sin igual.

La Mesa, es un bello distrito de la provincia de Veraguas, muy próximo a Santiago. El primer domingo de mayo de cada año, a excepción del año de elecciones, desde hacen unas tres décadas, abre sus puertas a los peregrinos, al conmemorar la fiesta del Señor de los Milagros.

Peregrinos llegan a la Iglesia Católica de San Marcelo, en el corazón del distrito, a festejar esta actividad religiosa. La comunidad los recibe y es anfitriona de todo el que llega, atendiéndolos con una hospitalidad sin igual. Compartiendo con los visitantes, sus propias comidas y bebidas, como muestra de la solidaridad humana y signo de dar gracias al supremo.

En el distrito de La Mesa, provincia de Veraguas, el Santuario es dedicado a San Marcelo, que es el escenario de este acontecimiento de fe cristina. Alli se venera al Señor de los Milagros. Es San Marcelo, el papa número 30 de la Iglesia Católica, Su nombre significa guerrero y animaba a los fieles a permanecer en el cristianismo aunque los martirizaran.

En tiempos recientes, se conoce que el propio papa Francisco, durante una audiencia desolada en la Plaza de San Pedro, a consecuencia de la pandemia de COVID -19, se dirigió en oración al Crucifijo de San Marcelo. “Habiendo sobrevivido a un incendio que destruyó la iglesia en 1519”.

Para la mayoría de los transeúntes por la vía Panamericana, a la altura de Santiago, en Veraguas, es visible el mensaje que sobre los cerros repunta: Señor de los Milagros, así mismo envía tu bendición a los que transitan por esta vía.

Vaya para todos los residentes del distrito de La Mesa, y en especial para los organizadores de esta festividad, a sus dirigentes religiosos y párrocos, y, sobre todo, a quienes atendieron al visitante peregrino en esta jornada de oración, el agradecimiento de lo que se puede llamar “El ejercicio de la hospitalidad, un valor universal”.

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