No debemos bajar la guardia, especialmente en el caso de las personas de alto riesgo, como las que padecen enfermedades crónicas, es decir, cáncer, enfermedades renales, hepáticas y pulmonares, diabetes, discapacidades, sobrepeso y obesidad, y VIH.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que el COVID-19 ya no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional. Sin embargo, ello no implica que este virus haya dejado de ser una amenaza sanitaria de importancia internacional y aún continúa siendo una prioridad para la salud pública.
El riesgo continúa. Por este motivo, no debemos bajar la guardia, especialmente en el caso de las personas de alto riesgo, como las que padecen enfermedades crónicas, es decir, cáncer, enfermedades renales, hepáticas y pulmonares, diabetes, discapacidades, sobrepeso y obesidad, y VIH, ya que se ha demostrado que pueden tener más riesgo de hospitalización y necesitar cuidados intensivos.
“Si bien la emergencia de salud pública internacional por COVID-19 ya no constituye una emergencia de salud pública, no debemos olvidar que este sigue presente, por lo que aplicar la vacunación anual, particularmente en poblaciones de alto riesgo es sumamente importante, ya que puede prevenir condiciones de salud severas por COVID-19”, afirmó la doctora Yamile Sandoval Sánchez, gerente médico de la Unidad de Vacunas de Asofarma.
Las vacunas bivalentes de Moderna protegen contra infecciones y enfermedades graves/hospitalizaciones, como se ha demostrado en estudios reales, con datos sólidos de inocuidad e inmunogenicidad observados en ensayos preclínicos y clínicos. La durabilidad de las vacunas también ha quedado demostrada con la neutralización cruzada observada para las subvariantes emergentes de Ómicron.
El COVID-19 sigue siendo una amenaza para la salud pública mundial y la OMS recomienda la vacunación como pilar de un enfoque de salud pública adecuado contra el Covid-19. Las vacunas contra el virus proporcionan muchos beneficios, entre ellos evitar que las personas enfermen gravemente, sean hospitalizadas y/o mueran.
“Debemos seguir animando a las personas de alto riesgo a que continúen vacunándose contra el Covid-19, como aquellas que padecen enfermedades crónicas, ya que se ha demostrado que las vacunas funcionan, y la vacunación es una de las mejores formas de generar protección contra el virus”, finalizó la Dra. Sandoval.