Los CDC hacen énfasis en la importancia de prevenir el contagio del virus de la influenza en los ámbitos de cuidados de salud, como hospitales de cuidados intensivos, consultorios médicos, centros de urgencias, clínicas para atención ambulatoria, entre otros.
En los últimos días, el Ministerio de Salud ha confirmado más de 20 muertes por influenza en Panamá y ha hecho reiterados llamados a la población, para que acuda a las policlínicas o centros de salud más cercanos a colocarse la vacuna contra este virus.
El primer anillo de protección contra el virus de la influenza, que crea cuadros bastante severos, es la vacuna. De allí la importancia para las autoridades de incrementar el índice de vacunación en la población.
Pero además de esto, el frecuente lavado de manos es esencial para protegerse de los gérmenes de acuerdo con recomendaciones de autoridades de salud locales y organismos sanitarios internacionales como la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Este último, también hace énfasis en la importancia de prevenir el contagio de este virus en los ámbitos de cuidados de salud, como hospitales de cuidados intensivos, consultorios médicos, centros de urgencias, clínicas para atención ambulatoria, entre otros.
De acuerdo con los CDC se requiere de estrategias de prevención, entre las que se encuentran la implementación de medidas de control de ingeniería y ambientales de la infección.
Eliseo Miranda, director de producción de Grupo EULEN Panamá, aseguró que adicional a estas estrategias se deben considerar los aspectos constructivos de todos los ámbitos de cuidados de salud para evitar la propagación de enfermedades infecciosas en estos sitios; la climatización en las instalaciones y su mantenimiento; e identificar los puntos críticos en estos lugares para la aplicación de los protocolos de limpieza y desinfección.
“El proceso para controlar la propagación de estos virus depende de la limpieza, del control de bactericidas sobre las superficies y las áreas de contacto. También es importante tener un equipo de limpieza flotante, que pueda atacar diferentes zonas de acción para minimizar la transmisión del virus”, explicó.
Eliseo Miranda recordó que durante la pandemia del Covid-19, los hospitales implementaron protocolos que aún están activos, y que ayudan a proteger y prevenir la propagación de otros virus.
Durante la pandemia, fue primordial mantener la frecuencia en los sistemas de limpieza.
“Ahora mismo con el virus de la influenza no ha habido un impacto en la frecuencia, pero sí se han mantenido los protocolos de limpieza y desinfección; así como la utilización de desinfectantes de alto espectro. Pero también es recomendable que, adicional a la limpieza de contacto con productos químicos, se haga una desinfección con ozono, que tiene una serie de ventajas como el actuar de una manera más rápida, y el no tener olor, ni efecto residual”, enfatizó.
Para que las medidas higiénicas sean efectivas en estos entornos, es esencial que las instalaciones de cuidados de salud -sobre todo las nuevas que se están construyendo- consideren previamente ciertos aspectos constructivos como: un diseño que incluya el uso de materiales no porosos y resistentes a los agentes químicos de limpieza; al igual que la ausencia de juntas en las paredes para evitar la acumulación de suciedad.
Cada una de estas medidas son esenciales para prevenir la transmisión del virus de la influenza entre el personal médico, los pacientes y los visitantes. No solo evitarán un impacto en los presupuestos de los hospitales, sino que ayudarán a salvar muchas vidas.